Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) revela que el financiamiento bancario medido en dólares al sector agrícola (cultivos de cereales, oleaginosos y forrajeras), alcanzó un total de 2.612 millones de dólares al 31 de diciembre de 2022, un 9% más que al mismo período del año anterior, aunque un 15% por debajo del que se registraba en diciembre de 2017.
Por su parte, los préstamos en pesos a este sector al final de diciembre del 2022 alcanzaron un total de 2.207 millones de dólares. En términos porcentuales, la financiación que tomó fondos en dólares alcanzó una participación del 15,5%; es decir, 405 millones de dólares, lo que significa una fuerte caída desde el 64,4% que registraba en el mismo período del 2019, detalla el informe elaborado por Francisco Rubies y Emilce Terré.
Entre los factores que explican esta dinámica se encuentran la reintroducción y el posterior endurecimiento del cepo cambiario; la imposibilidad de Argentina de acceder a los mercados internacionales de deuda por la reestructuración de los compromisos con el Fondo Monetario Internacional, que incrementó la prima de riesgo local medida en términos de riesgo país; y la mayor incertidumbre en términos macroeconómicos en lo que respecta a la evolución de la inflación y el tipo de cambio.
A pesar del aumento en las tasas de interés tanto en pesos como en dólares, el volumen de financiamiento bancario en el 2022 fue mayor que en 2021. En términos de siembra y aplicación de tecnología e insumos, las campañas 21/22 y 22/23 fueron muy similares, mientras que para la 23/24 se esperan cambios sustanciales debido al impacto de la fuerte sequía.
A pesar de la gran cantidad de divisas y dinero que genera el sector agropecuario, es muy bajo el nivel de financiamiento que tiene con el sector bancario nacional.
En términos de participación del sector en el agregado del financiamiento bancario, se observa que oscila entre el 2,9% y el 5,2% en los últimos ocho años, aunque con una tendencia creciente desde la campaña 2018/19. Actualmente alcanzó un 5,2% en el segundo trimestre de 2023. El informe destaca que “a pesar de la gran cantidad de divisas y dinero que genera el sector agropecuario, es muy bajo el nivel de financiamiento que tiene con el sector bancario nacional”.
Baja morosidad
En términos de morosidad e impago, se puede observar que el cumplimiento del sector se mantiene en porcentajes históricamente altos, de entre el 93% y 98%, lo que denota una gran capacidad de repago en el sector. Si bien podría esperarse algún cambio en estos guarismos entre el último trimestre de 2022 y los primeros de 2023 debido a la feroz sequía, se puede observar que la incidencia del fenómeno fue marginal, al menos cuando se analiza esta fuente de financiamiento.
En este sentido, cabe mencionar que desde el gobierno nacional se han implementado medidas para paliar la crisis del agro como consecuencia de la sequía. En primera instancia se estableció la emergencia agropecuaria para todos los productores del país, se suspendieron ejecuciones fiscales y bancarias, y se prorrogó el pago de percepciones y adelantos de impuestos.