El mercado argentino del seguro tiene todo por hacer
Juan Sarquis, Presidente de Nación Seguros La generación de prestigio de cualquier organización no se construye con una única variable. Lo relevante es establecer una estrategia y trabajar para que todas las vertientes que confluyen a la concreción del mismo lo hagan de manera consistente y continua, ya que el prestigio no es sólo alcanzarlo, […]

21 Sep, 2017

Juan Sarquis, Presidente de Nación Seguros

La generación de prestigio de cualquier organización no se construye con una única variable. Lo relevante es establecer una estrategia y trabajar para que todas las vertientes que confluyen a la concreción del mismo lo hagan de manera consistente y continua, ya que el prestigio no es sólo alcanzarlo, sino que es vital conservarlo, porque nuestra industria es de largo plazo.

Nuestra actividad está totalmente fundada en promesas, por lo cual es vital para lograr la confianza de nuestros clientes tener una empresa con alto prestigio, que cumpla con sus obligaciones en tiempo y forma, que brinde asesoramiento y acompañamiento.

Los libros indican que si uno gestiona bien los recursos humanos, logra mayor cercanía con los clientes. Trabajar fuertemente en la mejora de la experiencia del cliente es lo que nos va a llevar a ser reconocidos.

Definimos como los pilares de la gestión el servicio al cliente, al desarrollo de nuestros recursos humanos y al desarrollo del canal banca seguros, aprovechando que tenemos detrás una marca como la del Banco Nación.

En cuanto al primer pilar escuchamos al cliente, entendemos sus necesidades para solucionar sus problemas de manera sencilla y en forma rápida.

En cuanto al segundo pilar, es necesario lograr el sentido de pertenencia de nuestros colaboradores. Por eso hemos iniciado un plan de desarrollo de recursos humanos basado en la capacitación, becas a colaboradores para carreras afines, evaluaciones de desempeño, promoción de la meritocracia y fomento de la rotación de recursos para estimular la proactividad. También promovemos la “despapelización” con talleres de innovación con el fin de erradicar la burocracia.

En cuanto al tercer pilar, hemos logrado, con mucho esfuerzo, revertir la imagen de la compañía en calidad de servicio. La industria del seguro no tiene una imagen positiva a nivel mundial, y evidentemente mucho de esto tiene que ver el muy bajo contacto transaccional que tiene un asegurador con un asegurado.

Las cámaras empresarias deben trabajar para mejorar el prestigio de la industria y no de una empresa en particular. Como industria debemos continuar enfocándonos en la escucha activa de nuestros clientes y terceros, gestionar las ventas y servicios de manera y comprensible para el público en general; lo cual debería incluir capacitación educativa desde temprana edad, que sustente una industria que contribuye a la protección de las personas y sus bienes. Una industria más respetada podría desarrollar nuestra participación en el PBI por encima de la actual que, prácticamente, tiene un 75% de la facturación basada en seguros obligatorios. En la medida en que bajen la inflación y el déficit fiscal, tomarían forma los seguros de retiro. Esa industria hoy está parada.

En cuanto a la transparencia, la SSN junto con las cámaras empresarias deben contribuir a generar mejores prácticas en nuestro mercado. Como ente de control debe generar acciones para que las aseguradoras sean solventes y la información transparente. El camino por recorrer es largo, pero encontramos en esta nueva gestión una gran vocación para conversar y plantear los temas de interés general para nuestro sector.

Entendemos que en el siglo xxi la aplicación del pago electrónico es completamente razonable. Esa decisión de la SSN contribuye a eliminar la informalidad de la economía del país. Su gestión es excelente. Estamos en un momento de privilegio, porque nos escuchan.

Share This