El proyecto que empieza con Javier Milei genera esperanza
Miguel Kiguel, Director de Econviews

16 Ene, 2024

El proyecto que empieza ahora con Javier Milei genera esperanzas en la sociedad. De alguna forma lo que se espera es que sea el fin de este largo proceso de idas y vueltas que tuvo la Argentina, donde nunca pudo corregir el déficit fiscal en forma permanente.

Ahora hay una voluntad que antes no se veía en términos de déficit. Si bien bajarlo cinco puntos puede que sea demasiado para hacerlo de una vez (a menos que se quiera licuar todo con una hiperinflación, lo cual no es nada recomendable ni esperable) va a ser el comienzo de una reducción del déficit, el gasto público y los impuestos, lo que es más que bienvenido.

A esto se agregan las medidas para lograr eficiencia en el funcionamiento de la economía, para que se pueda importar lo que se necesite, como insumos de salud, educación e industriales. Todo eso es bienvenido, eventualmente junto con un programa antiinflacionario (mi preferencia es que no sea con dolarización). Si se corrigen los números fiscales y se lograra el acceso a los mercados internacionales, se puede frenar la inflación.

Hay una gran esperanza, pero como siempre, el diablo está en los detalles y en este caso está en la capacidad de implementar y mantener un programa que cambie la Argentina después de casi 20 años de malas políticas, inflación y estancamiento económico.

Argentina no va a tener más alternativa que flexibilizar el tipo de cambio y, eventualmente, unificarlo. Lo ideal sería hacerlo muy rápido, probablemente en el corto plazo habría que mantener el cepo, pero no para las nuevas importaciones y exportaciones que tendrían que ya funcionar con un tipo de cambio mucho más alto y realista que el que tenemos hoy. En cuanto a las deudas por importaciones, que suman 55.000 millones de dólares, y a esto se agregan otro miles de millones de muchas de las utilidades que no se han podido distribuir y enviar al exterior, daría la impresión de que eso se puede ir arreglando de a poco.

Si la economía empezara a funcionar bien, se podría importar, se podría producir, se acabaría la escasez de insumos, las fábricas podrían empezar a tomar al personal que ahora está suspendido. Pero no es un tema que se pueda arreglar enteramente de un día para otro y los que en su momento tuvieron que tomar deuda para importar tendrán que ir cancelando eso con tiempo, especialmente más adelante, cuando entren los dólares de la cosecha.

La inflación en el 2023 está terminando con números muy fuertes, noviembre entre 12 y 14%, y diciembre y enero más arriba porque se van a sincerar precios. Y después, si se aplican las medidas económicas que hacen falta con una política fiscal prudente, con poco o cero financiamiento del Banco Central, con tasas de interés que contengan el tipo de cambio, podremos ver una caída de la inflación en los próximos meses y llegar hacia fin de año con una inflación mucho más baja que la que estamos viendo en estos días.

Milei ganó con el voto popular del 56% y eso es un activo enorme, pero está en minoría en Diputados y en el Senado, con lo cual tiene el problema de que tiene que generar consensos. La gobernabilidad va a depender mucho de su habilidad para negociar con algunos miembros de la oposición, tanto de Juntos por el Cambio como del peronismo.

Todo lo que es el presupuesto, la ley “ómnibus” y las medidas más complejas las tiene que tomar al principio y aprovechar que tiene un mandato muy fuerte, porque la gente quiere cambios. El tema de la gobernabilidad es la gran pregunta que subsiste, porque es un partido nuevo que nunca estuvo en el poder. Hay que ver cómo puede ir consolidando esa gobernabilidad en el tiempo.

Miguel Kiguel
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