El sector privado se vuelca a las compras sostenibles
Por conciencia social y compromiso, por imagen o por obligación. El camino de la sustentabilidad ya está trazado y se abre paso de la mano de los requisitos que fijan los gobiernos y las propias compañías.

19 Jul, 2023

Desde que las Naciones Unidas fijaron los ejes de la sustentabilidad en las acciones de triple impacto, las políticas de compras sustentables aparecen como la herramienta más eficaz para inducir a las empresas al cumplimiento de esos estándares.

Se trata de la imposición de requisitos originados en el sector público o por políticas corporativas para que las compañías garanticen el cumplimiento de sus prácticas de sustentabilidad, no solamente con relación a sus propios procesos productivos, sino con alcance a toda la cadena de valor.

Un reciente estudio realizado en común por Sistema B (organización que certifica empresas según el cumplimiento de sus prácticas de sustentabilidad) y Del Mate (consultora que ofrece servicios de asesoramiento para el cumplimiento de prácticas sustentables, en general, y de compras sustentables, en particular) da cuenta de marcados avances en ese tipo de prácticas, pero también de las cuentas pendientes.

El estudio se hizo sobre un total de 91 empresas de la Argentina. Allí surge que los avances, sobre todo, se notan en el nivel de conocimiento y conciencia de las compañías sobre la necesidad de abordar el cumplimiento de ese tipo de prácticas.

«Cada vez hay mayor interés por parte de las empresas en medir y gestionar el impacto que generan en las personas y el planeta.” Marina Arias, directora ejecutiva de Sistema B Argentina.

El 35% de las empresas asegura haber incluido alguna vez criterios de sustentabilidad en sus pliegos de compras pero otro 36% reconoce no haberlo hecho nunca. Sin embargo, el 54% sí asegura incluir esas variables de sostenibilidad a la hora de decidir una compra, mientras que apenas el 18% reconoce no tomarlo en cuenta. Sólo el 35%, sin embargo, fija estos criterios en sus pliegos de licitación.

Además, el 65% asegura medir el impacto social y ambiental que generan, pero sólo el 31% lo hace con relación a sus proveedores. El 41% realiza acciones de sensibilización interna asociadas con esos temas.

Lecturas

Marina Arias, directora ejecutiva de Sistema B Argentina, contó a NBS: “En los últimos años hemos visto un aumento en la conciencia y la acción por parte de las empresas y los gobiernos, pero también por parte de las personas que, en su rol de consumidoras, plantean expectativas y necesidades”.

Por su parte, Fátima Ochoa, cofundadora de Del Mate, explica que “en términos generales de prácticas de políticas de sustentabilidad se viene creciendo y avanzando muchísimo”. Para Ochoa, la medición y mitigación de huella de carbono ya es casi mandatoria: «Esos puntos nos hablan de cómo se viene profundizando el proceso y cómo las empresas se vienen dando cuenta de que la sustentabilidad no es una tarea específica, sino que debe ser incorporada al corazón del negocio”.

Para Marina Arias, en Argentina hay un crecimiento de empresas interesadas en la certificación: «Desde la fundación de Sistema B en 2012 hasta el 2020, en el país había 100 empresas B. Dos años y medio después, el número pasó de 100 a 200. Esto pone en evidencia que cada vez hay mayor interés por parte de las empresas en medir y gestionar el impacto que generan en las personas y el planeta”.

“Innovamos en cada etapa productiva para que en 2025 el 100% de la energía utilizada proceda de fuentes renovables y, para 2030, el 60% de la producción sea a partir de materiales sostenibles y reutilizados.” Pirelli.

Esa certificación implica que las compañías deben reunir tres características fundamentales. En primer lugar, deben definir un propósito, la huella que quieren dejar en la sociedad (el «para qué» existen) y lo ponen en el centro de su modelo de negocio.

Una de las compañías que obtuvo el reconocimiento top 1 de S&P es Pirelli. Desde la empresa aseguraron a NBS: “A nivel global, Pirelli trabaja en diversas acciones en pos de reducir su huella de carbono y en disminuir cada vez más el impacto ambiental, porque el horizonte es neutra en carbono en 2030”. Por eso destacaron: “La compañía continúa aumentando el uso de materiales reciclables a lo largo de su operación: partiendo de un 1% en 2020, tiene como objetivo alcanzar un 8% de uso de materiales reciclables en 2025 y mantener un 7% para 2030”.

La empresa sostiene: “Innovamos en cada etapa productiva para que en 2025 el 100% de la energía utilizada proceda de fuentes renovables y, para 2030, el 60% de la producción sea a partir de materiales sostenibles y reutilizados”.

El sector público con doble impacto

Belén Aliciardi está a cargo del área de Compras Públicas Sostenibles (CPS) de la Oficina Nacional de Contrataciones (ONC) de la Jefatura de Gabinete. En diálogo con NBS indica: “Cuando uno forma parte del sector público a la hora de comprar hay que pensar en lo que llamamos ‘valor por dinero’. Tratar de alinear el gasto que implica satisfacer necesidades con otras políticas públicas. Si se tienen objetivos de inclusión se pueden promover empresas con perspectivas de género. Lo mismo ocurre con la sustentabilidad”.

Para Fátima Ochoa, sin embargo, el mercado sigue siendo el gran rector: «Empiezan a cambiar algunas prácticas de consumo y, obviamente, las empresas son una variable fundamental que van a ir cambiando en esa línea”. Con todo, sostiene: “Sin duda el sector público es el que más poder de compra tiene. El Estado como principal comprador tiene un poder de incidencia clave en el mercado, explica el 15% de la demanda. Tiene un gran poder de moldear al mercado”.

 

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