Ganadores y perdedores de la economía que viene
Para este año se espera que los sectores vinculados a actividades primarias y a la exportación sean los que más se desarrollen. En cambio, los relacionados al mercado interno estarán entre los más perjudicados.

14 Feb, 2024

El 10 de diciembre comenzó un giro copernicano en la política económica del país. El gobierno de Javier Milei redefinió las reglas de juego e implementó medidas de ajuste fiscal, monetario y financiero que modifican la dinámica del crecimiento, del consumo y de la inversión que venía del período anterior.

Según Ecolatina, la corrección de precios relativos (tipo de cambio oficial, tarifas de servicios públicos, servicios regulados, entre otros), junto con el ajuste del gasto público traerán aparejados una profundización del proceso de estanflación en el que se encuentra sumergida la economía desde 2012. La consultora estima una contracción de la actividad económica que caería en torno al 3% interanual, concentrada principalmente en la primera parte del año. Lo cierto es que “en un escenario de falta de éxito de la estabilización buscada, la economía mostraría un retroceso aún mayor”, de hasta dos puntos porcentuales por encima de lo proyectado.

Es un contexto de “llovido sobre mojado” para los asalariados, cuentapropistas y pequeños comerciantes y emprendedores, que son los que se perfilan entre los principales perdedores.

«Hasta que se negocie y concrete un acuerdo entre patronales y sindicatos, la pérdida de ingresos para las familias será sustancial. Más aún para trabajadores no registrados, precarizados o, directamente, sin ingresos laborales», apuntaron desde la firma.

«Sectores exportadores de commodities, como el petrolero, gas, el agro y la minería se verán beneficiados por mejorar su valor exportador.” Francisco Ritorto, consultora ACM.

El Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea concluyó en un informe que con el salto devaluatorio de diciembre bajó el salario privado formal hasta los 990 dólares —si se mide con el tipo de cambio oficial— o 660 dólares si se lo convierte a valor blue. Según los economistas Marcelo Capello, Laura Caullo y Juan Manuel López, los sueldos registrados en dólares se ubican en 41% menor al de noviembre de 2023, y un 74% inferior a noviembre de 2015.

Las particularidades del frente externo

Para Francisco Ritorto, de la consultora ACM, el salto devaluatorio y la modificación del régimen cambiario implica que “ciertos sectores intuitivamente se ven beneficiados por estas medidas”. Además, apuntó: “En este caso, sectores exportadores de commodities, como el petrolero, gas, el agro y la minería se verán beneficiados por mejorar su valor exportador”.

El sector agrícola, tras caer cerca del 35% en 2023 por la sequía, se recompondrá en 2024. Ecolatina estimó que la cosecha de los tres principales cultivos (trigo, maíz, soja) se recuperaría entre 75 y 80% en la campaña 2023/2024, y la soja (+ 140% interanual) liderará el rebote, seguida por el maíz (+ 60%) y el trigo (+ 20%). De esta manera, la mejora en la producción tendría una incidencia positiva sobre el PIB de 2024 de alrededor de 2,8 puntos.

La desregulación de algunos rubros, donde la política del Estado en las últimas décadas consistió en aplanar las tarifas y regular el acceso a bienes clave, apunta a generar las condiciones para que aumente la inversión. “En el sector privado, las empresas productoras de petróleo y gas parecen ser las más favorecidas con la propuesta de ir a precios internacionales para hidrocarburos y libertad para exportar. Podrían ser también las operadoras de redes eléctricas y de gas, pero dependerá de qué tarifa les den”, señaló Ezequiel Fernández, head Credit & Equity en Balanz.

Los más rezagados

Excluyendo al sector primario, el resto de los sectores de bienes posiblemente muestren profundas caídas como parte del ciclo recesivo inicial. La construcción, muy asociada a la inversión productiva y a la obra pública, mostrará un desplome mayor al promedio general, tras los anuncios de recortes realizados por el Gobierno.

Con un comportamiento similar, la mayor parte de ramas industriales disminuiría su producción. La mayor competencia ante una potencial mayor apertura comercial y el contexto de menor demanda interna general ofrece un panorama desalentador para este segmento.

“La contracara de esto serán los sectores dependientes de insumos del exterior a los que, si bien se les facilitarán las importaciones, el financiamiento se les hizo más costoso, sobre todo para empresas que vuelcan su producción en el mercado interno y tienen poca capacidad para generar divisas”, evaluó Ritorto.

“Los sectores menos competitivos de la industria nacional podrían tener un escenario difícil enfrente si realmente se abre totalmente la importación. De aprobarse el paquete legal y si la administración de Milei realmente logra equilibrar la macro, podríamos ver un flujo inversor muy fuerte en producción de petróleo y gas», planteó Fernández.

“Los sectores que abastecen al mercado interno y son dependientes del consumo se verán negativamente afectados. La aceleración inflacionaria esperada responde, básicamente, a un realineamiento o acomodamiento, sobre todo en materia de distorsiones en precios relativos. Resolver dichas distorsiones implica, entre otras cosas, una caída del nivel de consumo”, señaló Ecolatina.

Francisco Ritorto, de la consultora ACM. Ezequiel Fernández, head Credit & Equity en Balanz.
Share This