Se aprobó la Ley de Financiamiento Productivo
¿De qué se trata este proyecto? Tras una espera de dos años, se aprobó la Ley de Financiamiento Productivo, reforma del mercado de capitales que genera incentivos para el ahorro a largo plazo e impulsa la participación activa de los inversores institucionales en la bolsa local, con el objetivo de hacer crecer al sector financiero. […]

19 Jun, 2018

¿De qué se trata este proyecto?

Tras una espera de dos años, se aprobó la Ley de Financiamiento Productivo, reforma del mercado de capitales que genera incentivos para el ahorro a largo plazo e impulsa la participación activa de los inversores institucionales en la bolsa local, con el objetivo de hacer crecer al sector financiero.

Esta reforma al mercado de capitales, conocida como Ley de Financiamiento Productivo, cambio de nombre tras la adición de nuevos instrumentos dedicados específicamente al fondeo de las pymes. La norma introdujo varios cambios que benefician a inversores, compañías cotizantes, bancos, fondos comunes de inversión (FCI) y aseguradoras. En todos los sectores celebraron la noticia.

“Entendemos que esta ley representa un soporte fundamental para la economía real porque impulsará a más empresas que estaban esperando para desarrollar proyectos a venir al mercado. Y si el mercado crece, ocurre un derrame hacia el resto de la sociedad, ya que se genera más empleo”, indicó Jorge De Carli, gerente general de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA).

Por su parte, Mauricio Zanatta, titular de la Asociación de Aseguradores de Vida y Retiro de la República Argentina (AVIRA), sostuvo que “se han dado señales y sobre todo un impulso al rol de las compañías de vida y retiro dentro del mercado de capitales”.

Desde la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) también se mostraron conformes con la nueva ley. Su presidente, Claudio Cesario, manifestó: “Hace casi dos años que veníamos empujando para que esta ley saliera. Es un instrumento fundamental que teníamos en la cabeza para desarrollar el sistema bancario y el mercado de capitales, a fin de que empiecen a participar con mayor asiduidad y transparencia los inversores calificados”.

La nueva norma reemplaza a la ley N.º 26.831, sancionada a fines de 2012, que en su artículo 20 le daba al ente regulador, la Comisión Nacional de Valores (CNV), la facultad de designar veedores con facultad de veto en los directorios de las compañías cotizantes. Esta posibilidad asustó bastante a los jugadores del mercado y explicó la sequía de aperturas de capital en los años siguientes. Por eso, los actores del mercado señalaron como fundamental la eliminación de este artículo en la Ley de Financiamiento Productivo.

Luis Álvarez, director de BYMA, destacó que “el artículo 20 de la ley anterior generaba un serio inconveniente a la hora de que las empresas pudieran desenvolverse con total libertad. Planteaba una situación de riesgo para las compañías y es uno de los cambios más importantes que trae la nueva norma”.

Cesario consideró que “la ley anterior era intervencionista” y que el artículo 20 “era una facultad por demás excesiva y complicaba la apertura del capital social de un montón de compañías que lo tenían en la cabeza”.

Reformas positivas para el sector asegurador

La Ley de Financiamiento Productivo busca darles mayor impulso a las aseguradoras para que ejerzan su rol de inversores institucionales. Las compañías de vida y retiro (hoy existen 35 firmas que sólo se dedican a vida, 16 compañías de retiro y otras 82 aseguradoras de ramos generales que ofrecen coberturas de vida), por tener típicamente un horizonte de inversión de muy largo plazo, son aquellas que más ventajas encuentran en la normativa.

“Hay dos puntos de la ley que impactarían en el mercado. Por un lado, la posibilidad de emitir pólizas indexadas o ajustadas por CER o UVA. Esto orientaría al mercado de seguros de vida y retiro hacia la moneda local, con productos ajustables para que no pierdan valor. Es básicamente la forma en que operan Chile, Brasil y México”, explicó Zanatta, haciendo referencia a un artículo nunca derogado de la Ley de Convertibilidad, en el que se impedía la indexación de contratos.

“El otro punto es que si vamos a emitir pólizas indexadas necesitamos un mercado de capitales robusto que nos permita invertir en instrumentos de largo plazo”, agregó.

Desde las compañías de vida y retiro esperan que la nueva ley sea acompañada por una modificación en el monto de primas de seguros que se puede deducir del impuesto a las ganancias. “Asociado a la indexación de pólizas, está el hecho de fomentar los seguros de vida y retiro, que surgió a partir de la modificación impositiva que se hizo a fin del año pasado. Ahora el Poder Ejecutivo podrá ajustar las deducciones, que venían congeladas desde el año 1992. Todavía no se modificó pero hay conversaciones y sabemos que es una decisión que involucra a varios actores, ya que el impuesto a las ganancias es coparticipable y hay varios intereses involucrados”, aseguró el ejecutivo.

“Si bien se generaría una menor recaudación, del otro lado hay que ver el potencial de crecimiento que tendría el mercado, la economía real (por ejemplo, por los nuevos empleados que se tomen en seguros) y el beneficio de financiar en el mercado iniciativas privadas y volcadas a la economía real. Se busca tener un mercado de capitales mucho más profundo y que, dentro de él, las compañías de seguro de vida y retiro sean las inversoras institucionales más importantes, como pasa en todos los países del mundo”.

La vuelta de las letras hipotecarias

Al amparo de la Ley de Financiamiento de Productivo, las letras hipotecarias (herederas de las antiguas cédulas hipotecarias que supieron cotizar en la Bolsa de Comercio) volverán al mercado de valores local, ya que la nueva regulación permite a los bancos securitizar sus carteras de préstamos, es decir, agrupar varios de sus créditos otorgados y venderlos en el mercado, a fin de hacerse de liquidez y poder seguir prestando.

“La estructuración de letras hipotecarias mitiga el riesgo en la cartera de activos de los bancos. El mercado de capitales es el lugar indicado para absorber esos riesgos, ya que tiene otro horizonte de inversión”, puntualizó Luis Álvarez.

Cesario indicó que “el sistema de captación de depósitos del sector privado tiene límites y la demanda de crédito es mayor que lo que crecen los depósitos naturalmente. Para poder apalancarse y seguir creciendo en créditos, los bancos necesitan un mercado desarrollado, profundo, con volumen, con jugadores (que espero que con esta nueva ley se empiecen a desarrollar) y compañías de seguros que puedan comprar instrumentos privados. Esto vuelve a generar los fondos para que los bancos sigan prestando”.

El titular de ABA descartó que pueda existir un riesgo derivado de la securitización para el tomador de préstamos: “Cuando alguien toma un crédito la obligación que tiene es pagarlo, sea quien sea el acreedor. Si el deudor piensa que no lo va pagar tiene el mismo problema, ya sea que el préstamo lo tenga el banco o un inversor que compró la cartera. La securitización no debería tener un efecto pernicioso contra el tomador, sea que el dueño del crédito sea o no el banco”.

Otros sectores beneficiados

La industria de FCI cerrados, que tiene la particularidad de canalizar el ahorro hacia proyectos de la economía real, también fue beneficiada con la nueva Ley de Financiamiento Productivo ya que le quitaron una doble imposición fiscal que estaba vigente. “A partir de esto, los fondos cerrados pueden transformarse en un participante significativo a la hora de invertir en el mercado”, anticipó Álvarez.

Otro segmento beneficiado fueron las pymes, que tendrán la posibilidad de descontar sus facturas en el mercado de capitales. Esta operatoria replicará aquello que las compañías ya hacen al vender en la bolsa sus cheques avalados por una sociedad de garantía recíproca.

Otra novedad que trae la ley es la posibilidad de “netear” operaciones (lo que en la jerga se conoce como netting). Hasta ahora, cuando una compañía entraba en cesación de pagos tenía derecho a no pagar sus deudas y, a la vez, reclamar que sus deudores le abonaran. En los casos en los que había operaciones cruzadas entre dos compañías y una entraba en cesación de pagos, se generaba un conflicto. “Eso generaba temores, exceso de garantías, pedir mayores seguridades, distinto tipo de calificaciones de riesgo. Con el netting se liquida por diferencia. Es decir, de la deuda que A tiene con B, se le resta la deuda que B tomó con A y se paga la diferencia. Eso es buenísimo y así opera el mundo desarrollado y de la OCDE”, explicó Cesario.

Un crecimiento más sostenido

Los entrevistados coincidieron en que el mercado argentino todavía es chico en comparación con la región y esperan que el nuevo marco regulatorio impulse un crecimiento más sostenido.

Por ejemplo, en términos de capitalización bursátil sobre PBI, Argentina tiene un ratio aproximado de 17%, mientras que países como Perú, Colombia o Brasil están cercanos al 35 o 40%. “El mercado financiero local es chico para el PBI per cápita. El potencial que tiene Argentina para complementarlo y hacerlo crecer es enorme”, comentó Ramiro Tosi, economista de BYMA.

En seguros, la situación es similar. Zanatta puntualizó que las primas de vida y retiro representan sólo el 0,5% del PBI, mientras que el promedio de Latinoamérica es 2,5% y en el mundo llega a 5%. “Obviamente no es algo que se va a dar de un día para el otro pero en un período de 3 a 5 años podríamos acercarnos a esos niveles”, estimó.

Con respecto al sector bancario, la relación préstamos/PBI es de 13,8% y es muy baja en comparación con los niveles de la región, que están cercanos al 30%. Para Cesario, se necesita crecer en capital de los bancos y en captación depósitos: “No se va a poder crecer por el lado de los depósitos en forma exponencial, por eso es importante que, ahora que tenemos la Ley de Financiamiento Productivo, los actores del mercado de capitales (bancos, inversores institucionales, el fondo de sustentabilidad, las compañías de seguros, los agentes bursátiles, los FCI) trabajemos para poner cada vez más y mejores instrumentos”.

De todos modos, los ejecutivos coincidieron en que, para concretar el potencial de crecimiento que existe, no alcanza sólo con la nueva ley.

Como señaló Tosi, es importante que haya “un marco regulatorio previsible y aggiornado a los estándares internacionales pero también se requiere estabilidad macro y financiera, algo que no pasa por nuestras manos pero es un insumo crítico para que el mercado se desarrolle”.

La educación también es un pilar fundamental. En este sentido, Zanatta afirmó que, “más allá de los vaivenes económicos y las deducciones impositivas, tenemos que lograr extender la conciencia aseguradora para que la gente entienda la importancia de contratar un seguro de vida o retiro”.

Algo similar sucede en el mercado de capitales. “Creo que hay que trabajar en la educación en todos los anillos de la sociedad: estudiantes, microemprendimientos, empresarios. En eso estamos trabajando con la CNV, que también levantó la bandera de la educación, para que la gente comprenda la importancia del mercado”, contó De Carli.

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