Inundaciones: el principal riesgo que amenaza a nuestro país
Catástrofes naturales Esto surgió de un estudio presentado semanas atrás por la compañía reaseguradora Swiss Re, según el cual 1 de cada 3 argentinos vive en áreas expuestas a este flagelo. De acuerdo al informe, nuestro país podría perder un 0,15% del PBI en los próximos años como consecuencia de eventos asociados a inundaciones. La […]

17 Nov, 2016

Catástrofes naturales

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Esto surgió de un estudio presentado semanas atrás por la compañía reaseguradora Swiss Re, según el cual 1 de cada 3 argentinos vive en áreas expuestas a este flagelo. De acuerdo al informe, nuestro país podría perder un 0,15% del PBI en los próximos años como consecuencia de eventos asociados a inundaciones.

La compañía reaseguradora Swiss Re presentó hace algunas semanas un estudio sobre el riesgo de inundaciones en nuestro país. De acuerdo al mismo, este fenómeno es la principal amenaza que enfrentaremos en los próximos años en materia de catástrofes naturales.

Entre las principales conclusiones del informe, se indica que en los últimos 50 años, 75 grandes inundaciones fueron reportadas en Argentina, afectando a 13 millones de personas y causando más de 500 muertos.

Con pérdidas equivalentes a 22.500 millones de dólares desde 1980, las inundaciones son la catástrofe natural más costosa que viene afectando al país, ya que el 58% de las pérdidas económicas generadas por catástrofes naturales están vinculadas a este flagelo.

De acuerdo al estudio, en los próximos años la economía argentina podría perder alrededor del 0,15% del PBI debido a eventos asociados a este fenómeno.

Por otro lado, el informe revela que “1 de cada 3 argentinos vive en áreas altamente expuestas a inundaciones, llegando a un total de 14,2 millones de personas en todo el país. La mayor parte de la población que vive en zonas proclives a inundaciones se concentra en las regiones del Gran Buenos Aires, la Pampa y el Gran Chaco, los que representan el 65% de la población más expuesta. El Gran Buenos Aires acarrea casi el 35% de la pérdida anual esperada con aproximadamente 235 millones de dólares.

Jens Mehlhorn, vocero y head de Underwriting para Latin America de la reaseguradora, sostuvo que hasta ahora no había sido posible para las compañías contar con las herramientas necesarias para calcular los riesgos: “Sin embargo, los avances tecnológicos permitieron importantes progresos en la calidad, exactitud y disponibilidad de modelos de riesgo de inundación en todo el mundo”.

Esto le permitió a la empresa determinar las Zonas de Inundación de Swiss Re (SR GFZ®). “A través de ellas, podemos estimar la cantidad de personas y propiedades que están altamente expuestas a inundaciones en todo el país, así como también la pérdida anual esperada relacionada con este tipo de eventos. Es una herramienta eficiente en la industria del seguro para una efectiva evaluación del riesgo y para una tarificación adecuada. La estamos poniendo a disposición de todas aquellas compañías que quieran trabajar con nosotros”, comentó Mehlhorn.

Refiriéndose a la situación de nuestro país en relación a este fenómeno, el ejecutivo señaló que “en el futuro será todavía peor, pero la buena noticia es que es un peligro asegurable”.

Los retos de nuestro mercado

A pesar de que se trata de un peligro asegurable, en nuestro país existe una protección muy limitada frente al mismo por parte del mercado de seguros.

En este sentido, Mehlhorn destacó que hay dos importantes retos a superar para poder construir un mercado sostenible de seguro de inundación: “En primer lugar, hay una urgente necesidad de abordar la brecha de percepción y las ideas erróneas generalizadas acerca de la exposición al riesgo. Este aspecto está sustentado en el estudio generado por la compañía que da cuenta de ello, habiendo entrevistado a 70 pequeñas empresas en la Ciudad de Buenos Aires, el 80% de ellas manifestó nunca haber estudiado concretamente la posibilidad de comprar una cobertura de seguro de inundación”.

“Como segundo desafío, —agregó el vocero— se plantea la deficiencia en la oferta de seguros de inundación. La principal causa está asociada a la inaccesibilidad por parte de las compañías de seguros a herramientas y conocimientos adecuados para tarificar el riesgo. No hay cobertura porque no existen herramientas para calcular con suficiente eficacia cuánta prima hay que cobrar por este riesgo. Bajo estas circunstancias, es normal que las aseguradoras no quieran cubrir este tipo de peligro. La buena noticia es que ahora sí existen estas herramientas y ya hay modelos disponibles para poder hacer los cálculos exactos y brindar el servicio necesario”.

En el estudio realizado por la compañía se estima que sólo entre el 15 y el 30% de los hogares están cubiertos por algún tipo de póliza de seguro de daños a la propiedad y se indica que las pólizas estándar de seguro de combinado familiar no suelen incluir la cobertura de inundación. Generalmente, ésta debe ser solicitada por el asegurado como una cobertura adicional y, aun así, son muy pocas las compañías que ofrecen este tipo de cláusulas accesorias.

En el ramo del seguro industrial se ofrece, normalmente, una cobertura de inundación automática o una cobertura de inundación accesoria, a cambio de una prima adicional, a corporaciones globales o grandes empresas nacionales. En cambio, para pequeñas y medianas empresas, no existe esta posibilidad debido a la muy baja penetración del seguro.

Para los seguros automotores, las pérdidas causadas por inundaciones están cubiertas en las pólizas de todo riesgo. La mayoría de los terceros completo no incluyen este beneficio. De todos modos, algunas compañías comenzaron a expandir su cobertura en función de este aspecto y vienen convirtiendo a este ramo en el de mayor penetración del seguro contra inundaciones.

En este contexto, como señaló Mehlhorn, Swiss Re viene trabajando desde el año pasado en el armado del know how pertinente para poder aconsejar a las aseguradoras argentinas sobre los mejores pasos a seguir para poder implementar en el mercado la oferta esperada: “Colaboramos globalmente con aseguradores que proveen productos para cubrir estas brechas de protección. Tenemos las herramientas, la capacidad financiera y el conocimiento para ayudar a hacerlo. Tenemos más de 25 años de experiencia en el modelaje del riesgo de inundación y estamos dispuestos a adaptarlo a las especificidades del mercado argentino”.

“Los desafíos asociados a la falta de información georeferencial en la mayoría de las carteras, así como la necesidad de estandarización de direcciones y la geocodificación son las dificultades técnicas que el mercado asegurador local debe superar”, agregó el especialista.

Una sociedad mejor preparada

De cara al futuro, existen diversas cuestiones en las que se deberá trabajar para incrementar la protección de las familias y las empresas de nuestro país frente a la principal amenaza natural que enfrentan.

“El Gobierno tiene la obligación de educar a su población y concientizar sobre el riesgo. Las compañías de seguro también deben cumplir este rol e informar a los asegurados sobre cómo disminuir el riesgo en sus hogares. Existen detalles importantes como, por ejemplo, subir los objetos de valor a niveles altos o comprar válvulas para mejorar el flujo del drenaje en las casas”, puntualizó Mehlhorn.

Según el directivo, las autoridades gubernamentales, tanto nacionales como provinciales y municipales, desempeñan un rol clave en la reducción del riesgo de inundación a través de programas de concientización, normas de zonificación, control de inundaciones y una adecuada respuesta ante emergencias: “El rol activo de las autoridades es clave para construir una sociedad consciente y comprometida con su situación ante este tipo de rubro. Las normas de zonificación, por ejemplo, pueden promover un abordaje más sostenible de la gestión, restringiendo la construcción en aéreas de alto riesgo”.

El vocero indicó que también son importantes las medidas infraestructurales: “La construcción de represas, diques y reservorios en cursos de agua pueden reducir significativamente el daño. Y un programa activo para medidas de protección temporarias, como, por ejemplo, el control del caudal de los ríos a través de paredes de bolsas de arena y barreras móviles, es esencial para resolver urgencias”.

“Asimismo, la respuesta ante emergencias debe estar diseñada con anterioridad, con un plan estándar y coherente. Cuando ocurre una catástrofe natural, una respuesta rápida y bien coordinada puede salvar vidas y ahorrar tiempo y dinero en el proceso de reconstrucción”, enfatizó Mehlhorn.

“Los eventos no pueden ser evitados pero sí controlados, de modo de disminuir y hasta impedir las pérdidas”, precisó el ejecutivo.

Un futuro amenazador

De acuerdo al estudio, se espera que el crecimiento poblacional y económico y la urbanización y el cambio climático determinen un crecimiento de la exposición al riesgo de inundaciones en un futuro próximo.

Es por ello que se requieren los esfuerzos de comunicación conjuntos por parte del gobierno, las instituciones educativas y la industria del seguro y reaseguro para hacer frente a este fenómeno.

En adición a las conclusiones obtenidas y de acuerdo con estimaciones de las Naciones Unidas, según la empresa, en 2025 Argentina tendrá más de 45,4 millones de habitantes, con un 93% viviendo en ciudades. Dado que la urbanización ha sido reconocida como el factor más determinante de la exposición a inundaciones, 15,5 millones de argentinos estarán expuestos a este peligro para ese año.

En lo que refiere al cambio climático, la compañía indicó que, analizando los récords históricos de precipitaciones de los últimos 40 años, se observa que la temporada cálida en Buenos Aires es cada vez más lluviosa. La ocurrencia de precipitaciones extremas de más de 100 mm en un lapso de 24 horas casi se duplicó entre 1980 y 2000. Numerosos motivos, entonces, para trabajar seriamente sobre todas estas cuestiones.

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