Isaías Marini: «El Gobierno perdió la credibilidad y no tiene un plan fiscal fuerte», economista en Econviews
Reducción de la brecha cambiaria, un mejor plan fiscal y reactivar la actividad deberían ser las prioridades del Gobierno para 2023, sin embargo, para el economista Isaías Marini no parece que se vayan a hacer los ajustes que hacen falta.
Isaías Marini, economista en Econviews

23 Dic, 2022

No hubo avances definitivos en 2022. Por el contrario, hubo muchas complicaciones, especialmente en lo que fue la primera mitad del año que, concluyó en una crisis financiera y política en julio con la salida del ex ministro Martín Guzmán.

Allí observamos que el mercado cambiario manifestaba incertidumbre. El blue y el “contado con liqui” se dispararon. Solo luego de la llegada de Sergio Massa la economía se empezó a estabilizar con un cambio de expectativas y una fuerte suba de tasas que permitió bajar un poco la brecha. El cambio de figuras en el ministerio y, fundamentalmente, el giro en el tono de la política fiscal y monetaria permitieron anclar las expectativas y calmar la situación. 

Fue efectivo, los tipos de cambio cayeron en términos reales casi un 20% entre julio y noviembre aunque ahora se empezaron a despertar. La política fiscal se tornó contractiva con caídas en términos reales, pero las perspectivas no son muy alentadoras.

El tipo de cambio multilateral compuesto por una canasta de bienes que transamos con otros países va a cerrar el año con un atraso del 12%, y se agrega al que ya arrastraba desde 2020. Con un atraso cambiario tan importante y una brecha que ronda el 100%, las reservas no pueden aumentar significativamente más allá de medidas muy puntuales como el dólar soja.

El Gobierno va a tratar de estimular la demanda interna mediante transferencias con riesgos a la baja y es muy posible que tengamos una retracción del PBI en 2023.

La prioridad para 2023 debería ser reducir la brecha y las distorsiones en el mercado cambiario y eliminar el atraso cambiario. Sin embargo eso no va a suceder. Si bien el BCRA va a tener que mantener un nivel de crawling peg para evitar mayor atraso, no creo que el Gobierno esté dispuesto a hacer un ajuste sobre el tipo de cambio que permita recuperar el atraso porque, para hacer eso de manera efectiva y que no se vaya completamente a los precios, hay que tener un plan integral consistente y que tenga credibilidad. Pero el Gobierno perdió la credibilidad y no tiene un plan fiscal fuerte. 

El programa con el FMI se ha venido cumpliendo con algunos trucos contables como contabilizar rentas que surgen de la emisión de bonos o el dólar soja que permitió aumentar la recaudación pero a un costo de emisión que no se contabilizó. No parece que en 2023 se vayan a hacer los ajustes que hacen falta. Va a ser un año complicado porque el Gobierno tiene muy pocas opciones. Atrasar el tipo de cambio no es opción porque, sin reservas ni divisas, no se puede crecer. Hay una evidente desaceleración de la actividad que se va a profundizar. El Gobierno necesita que la actividad se reactive porque hay elecciones pero es muy difícil con las expectativas tan deterioradas. Van a tratar de apuntalar el gasto pero tienen el límite de la meta fiscal del FMI, que es de 1,9 puntos del PBI.

En nuestro escenario base esperamos que el Gobierno apuntale el gasto social para tratar de repuntar el consumo pero eso va a llevar a un incumplimiento de la meta fiscal. El otro problema es cómo financiar ese gasto. Se viene un año desafiante porque hasta septiembre el Gobierno tiene vencimientos por 15 billones de pesos. 

Isaías Marini, economista en Econviews

No van a reperfilar. Es más probable que aumente la emisión incumpliendo la meta de emisión con el FMI. Van a utilizar la herramienta monetaria pero esa emisión va a impactar en los precios. Se ha verificado una leve desaceleración que no es consecuencia de los programas de control de precios que siempre han mostrado nula o escasa efectividad sino de del enfriamiento de la economía y las altas tasas.

En 2023 va a haber un problema con mayor financiamiento monetario y con el ajuste de los precios regulados. Además el tipo de cambio va a mantener un ritmo de devaluación mayor que el año presente. Por eso no va a haber una desaceleración de los precios, puede haber un enfriamiento en estos meses pero la inflación en 2023 va a estar por arriba de 2022.

En nuestro escenario el crecimiento promedio en 2023 va a ser nulo. Pero es un escenario optimista. Para que haya un crecimiento promedio nulo algunos meses tiene que crecer. Pero el último trimestre del año 2022 se va a contraer con relación al anterior y el 2023 va a arrancar con un arrastre estadístico negativo. ¿Cómo hacer para que crezca con exportaciones afectadas por una menor demanda mundial y por la sequía y una inversión que no va a crecer en medio de las elecciones? Las opciones son el gasto público y el consumo. El Gobierno va a tratar de estimular la demanda interna mediante transferencias con riesgos a la baja y es muy posible que tengamos una retracción del PBI en 2023.

Entrevistado: Isaías Marini, economista en Econviews
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