La COP29, la conferencia anual de la ONU sobre el clima, abrió sus puertas en Bakú, la capital de Azerbaiyán, con un discurso del presidente anfitrión, Ilham Aliyev, en el que defendió los combustibles fósiles y el derecho de los países a exportarlos, en abierta contradicción con el eje central del Acuerdo de París, según consignó la agencia ANSA.
El objetivo de este año es actualizar el fondo de ayuda de 100.000 millones de dólares anuales para los países vulnerables, previsto en el Acuerdo de París que expira en 2025.
Se esperan unos 75 jefes de Estado o de Gobierno, pero apenas estarán un puñado de los representantes de los países ricos del G20, responsables del 80% de las emisiones.
En esta conferencia importa lo que pasa en Bakú pero también lo que ocurre afuera. En especial, la mirada está puesta en lo que hará el presidente electo Donald Trump, que anunció que retirará a Estados Unidos del Acuerdo de París apenas asuma en la Casa Blanca.
Para Jeffrey Sachs, economista de la Universidad de Columbia, Trump se verá frenado por los intereses de Elon Musk y Silicon Valley en la economía verde, por la necesidad de hacer frente a la competencia china en el sector y por las inversiones de las empresas estadounidenses en energías renovables.
Según ANSA, para analistas, la retirada de Estados Unidos podría paralizar las políticas climáticas globales y, de hecho, hacer descarrilar la COP. Pero no todo el mundo es pesimista. Para Jeffrey Sachs, economista de la Universidad de Columbia, Trump se verá frenado por los intereses de Elon Musk y Silicon Valley en la economía verde, por la necesidad de hacer frente a la competencia china en el sector y por las inversiones de las empresas estadounidenses en energías renovables.
En este marco, el mensaje del presidente Aliyev fue una enfática defensa de los combustibles fósiles, la principal fuente de ingreso de divisas de Azerbaiyán. Para el líder azerí, su país ha sido objeto de «calumnias y chantajes» por su uso de combustibles fósiles. Y dijo que ningún país debe ser juzgado por sus recursos naturales.
«Esto es un regalo de Dios, y quiero repetirlo hoy aquí en esta audiencia, dijo Aliyev a los delegados. Petróleo, gas, viento, sol, oro, plata, cobre, todo… Son recursos naturales y no se debe culpar a los países por tenerlos y no se les debe culpar por llevar estos recursos al mercado, porque el mercado los necesita, la gente los necesita», subrayó.
Por su parte, en su mensaje de apertura, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pareció responder a Aliyev: «aquellos que intentan desesperadamente retrasar el inevitable fin de los combustibles fósiles perderán. La economía está en su contra».
Joe Biden, Xi Jinping, Narendra Modi, Emmanuel Macron y Olaf Scholz son algunos de los líderes del G20 que faltan a la cita. El premier británico Keir Starmer, quien junto la premier italiana Giorgia Meloni es uno de los líderes de más alto perfil que asistirán, dará a conocer una «ambiciosa» actualización de los objetivos climáticos del Reino Unido y adelantó que su país quiere «mostrar liderazgo» en el desafío climático.
La principal prioridad de la COP29 es alcanzar un acuerdo muy reñido para impulsar la financiación de la acción por el clima en los países en desarrollo.
Algunos presionan para que el compromiso actual de 100.000 millones de dólares anuales se multiplique por diez en la COP29 para cubrir el costo futuro de que sus naciones utilicen energías limpias y para la adaptación a las crisis climáticas.
Esta semana, la Organización Meteorológica Mundial, OMM, anunció que 2024 está en camino de convertirse en el año más caluroso jamás registrado y el primero en el que se superará el límite de 1,5 grados de calentamiento a niveles preindustriales.»Desafortunadamente, las inundaciones sin precedentes, el calor mortal y las sequías son nuestra nueva realidad», comentó la secretaria de la OMM, la argentina Celeste Saulo, según consignó ANSA.