La innovación en ciudades empáticas es esencial para alcanzar el ODS 11. Este objetivo pretende lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

Un informe de las Naciones Unidas plantea que las ciudades representan el futuro del modo de vida global. La población mundial alcanzó los 8.000 millones de personas en 2022, de las cuales más de la mitad viven en zonas urbanas. Se prevé que esta cifra aumente y que para 2050 el 70% de la población viva en ciudades.

Aproximadamente 1.100 millones de personas viven actualmente en barrios marginales, o en condiciones similares, en las ciudades, y se espera que en los próximos 30 años haya 2.000 millones más.

Sin embargo, muchas de las ciudades no están preparadas para esta rápida urbanización, y el desarrollo de la vivienda, las infraestructuras y los servicios se ve superado, lo que provoca un crecimiento de los barrios marginales o de condiciones similares.

Según la ONU, el crecimiento urbano descontrolado, la contaminación atmosférica y la escasez de espacios públicos abiertos persisten en las ciudades. Pero no es posible alcanzar el desarrollo sostenible sin transformar significativamente la forma en que se construyen y gestionan los espacios urbanos.

En mi ponencia en México el año pasado, exploré cómo estas ciudades pueden ser agentes de cambio positivo en la era tecnológica. Defino ciudades empáticas como aquellas que priorizan la conexión humana, la comprensión mutua y la colaboración, utilizando la tecnología como aliada.

Estas ciudades se destacan por su enfoque en relaciones humanas sólidas, fomentan la empatía y la inclusión para construir comunidades más unidas. El bienestar y la sostenibilidad son fundamentales, se prioriza la calidad de vida y se adoptan prácticas respetuosas con el medio ambiente.

La integración estratégica de la tecnología es esencial. Utilizan la tecnología, incluida la inteligencia artificial, para mejorar la calidad de vida y abordar desafíos urbanos, sirve para optimizar servicios públicos y fomentar la participación ciudadana.

Resalté la importancia del ODS 11 para ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. Aunque las ciudades empáticas tienen un potencial significativo, enfrentan desafíos, como la inclusión plena y la consideración de los grupos vulnerables, que deben abordarse con acción colaborativa.

A modo de resumen, las ciudades empáticas representan un modelo de desarrollo urbano centrado en relaciones humanas, inclusión y sostenibilidad. En la intersección de empatía y tecnología, pueden catalizar un futuro urbano más justo y sostenible.

Los ejes fundamentales para el desarrollo de ciudades empáticas incluyen la promoción de la comprensión mutua, la colaboración ciudadana, el enfoque en relaciones humanas y la tecnología al servicio de la comunidad. Estos elementos son clave para construir comunidades cohesionadas, impulsar el cambio social positivo y garantizar la sostenibilidad ambiental.