La situación es difícil pero soy optimista
Julio Fraomeni, presidente de Galeno. Para nuestro negocio, hay un escenario de país nuevo con leyes viejas. Estamos encorsetados en las leyes viejas de salud y de ART. Los reguladores son conscientes de lo que pasa. Hay voluntad para que ambos sistemas se estabilicen.   Este año ha sido de transición, de mucho trabajo y […]

27 Dic, 2016

Julio Fraomeni, presidente de Galeno.

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Para nuestro negocio, hay un escenario de país nuevo con leyes viejas. Estamos encorsetados en las leyes viejas de salud y de ART. Los reguladores son conscientes de lo que pasa. Hay voluntad para que ambos sistemas se estabilicen.

 

Este año ha sido de transición, de mucho trabajo y correcciones para hacer y para encaminarnos. En nuestro negocio arrancamos con una devaluación muy alta que a las empresas de salud nos pegó fuerte, porque muchos de los costos están relacionados al dólar y el traslado al consumidor no es automático. Se nota que la gente tiene menos dinero. Empiezan a aparecer más bajas por temas económicos. Todas las compañías de salud sufrimos muchas pérdidas. Nosotros estamos tratando de terminar el año break-even, lo que marca la dificultad del sector, que se quedó sin capacidad de inversión.

El año que viene estimamos un crecimiento de la economía del 2 al 2,5%. La obra pública es un gran reactivador, pero también es importante ver cómo se motoriza a otras empresas para que quieran invertir. Lo importante es que la economía dejará de caer.

La situación es difícil pero soy optimista. Hay un buen equipo, buenos funcionarios, no falta capacidad. Es un tema de viabilidad política. El poder está distribuido entre gente que no piensa lo mismo. El Gobierno necesitará mostrar que el déficit fiscal está en una tendencia decreciente. Las condiciones de los mercados de capitales cambiaron por factores externos, porque Estados Unidos será una aspiradora de inversiones, y por factores internos, porque cuesta avanzar con las reformas, lo que implica un reordenamiento fiscal que no se está dando. Cuanto más necesite el Gobierno, más le cobrarán. Teniendo en cuenta esto, me preocupa el nivel de tasa de interés que paga Argentina, del 7 al 8%.

Para nuestro negocio, hay un escenario de país nuevo con leyes viejas. Estamos encorsetados en las leyes viejas de salud y de ART. Los reguladores son conscientes de lo que pasa. Hay voluntad para que ambos sistemas se estabilicen. Depende de cuestiones del Congreso y se están trabajando. Pero arrancamos el año que viene sin modificar la ley de ART y con una alta judicialidad. La idea es que cuando salga la nueva ley no sea atacable, porque si va a foja cero, atenta contra la viabilidad del sistema. Y la ley de salud no es buena, porque crea la obligación de dar una cobertura sin dinero para financiarla. El plan médico obligatorio se transforma en algo infinito. La ley es muy permisiva.

El tema impositivo también es importante. En nuestra empresa los impuestos se llevan una facturación de las doce, lo que quita la posibilidad de invertir. En el tema salud, muchas compañías sin fines de lucro tienen exenciones impositivas y pedimos lo mismo.

Quiero que al Gobierno le vaya bien pero no es fácil. Es la oportunidad para arreglar el país en serio y salir de lo clásico de siempre. Las elecciones son complicadas, porque es dar examen rápido y las cosas no están del todo bien. Determinarán qué grado de gobernabilidad le queda a la administración, lo que no es menor.

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