Desde hace varias décadas la industria automotriz mundial intenta amigarse con el medioambiente. No es fácil: desde que comienza el circuito productivo de la primera autoparte hasta que un vehículo es desarmado contribuye con el 9% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
La Argentina no tiene aún una ley de electromovilidad y las emisiones se rigen por los límites difusos y no actualizados de la Ley de Medioambiente. A pesar de esto, la industria automotriz nacional está influenciada por los mercados a los que exporta. Brasil, el principal destino de los modelos que se fabrican en el país, aplicará desde el año próximo una reducción de emisiones del 35% que los fabricantes deben cumplir.
“El calentamiento global nos exige avanzar en nuevas tecnologías de motorización. Necesitamos reducir ya mismo, lo más rápido posible, las emisiones de gases de efecto invernadero”, aseguró Eduardo Kronberg, gerente general regional de Sustentabilidad en Toyota. Con 27 años de operación en el país, la compañía japonesa lidera el mercado de vehículos electrificados en la Argentina. “Sabemos que necesitamos acelerar esa transición”, afirma.
A través de su programa de innovación economía circular Kankei, Toyota integra el área de gestión de residuos al negocio. Lo hace en tres ejes: la economía circular, la producción responsable y la generación de combustible. El circuito comienza en la planta de Zárate, donde a partir de residuos generados durante su cadena de valor proveen materiales a sus autopartistas para la fabricación de ecopartes de la pick-up Hilux.
Alternativas para la sostenibilidad
”De manera continua, evaluamos alternativas para mejorar la sostenibilidad de nuestros procesos y productos”, apuntó Corina Di Lella, gerente de People & Culture de la fábrica de Tucumán de Scania Argentina. Entre los avances cita al pulido de engranajes para reducir la fricción y mejorar la eficiencia operativa; la reducción de peso y tamaño de la caja de cambios (lo que disminuye la necesidad de materia prima y optimiza el uso de recursos). También mejoras en los sistemas de lubricación, que contribuyen a la reducción del consumo de aceite. Además trabajan en la selección de maquinaria más eficiente, con un menor consumo energético y una mayor capacidad de reciclaje de residuos.
En su planta local, Scania ya implementa diversas prácticas sustentables enfocadas en la gestión responsable de desechos y en el uso de energía 100% renovable en sus operaciones industriales, un objetivo que logró en 2020 con la utilización de energía fossil free en diez plantas a nivel mundial, y también en parte de la red de concesionarios del país. En Argentina, utilizan energía eólica producida en un parque ubicado en Córdoba, lo cual redujo significativamente sus emisiones de alcance 2.
También fomentan el uso de vehículos a gas natural comprimido (GNC) como una alternativa sostenible que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero con miras a una transición hacia el biometano, aprovechando la infraestructura de carga existente en el país. Y trabajan en un roadmap para alcanzar una reducción del 40% en el consumo de agua para 2025, en comparación con 2015.
Mercedes Benz acaba de presentar en la Feria Fenatran 2024, en San Pablo, su gama de camiones de emisión cero disponibles para Sudamérica. «Nuestras soluciones de movilidad buscan reducir el impacto ambiental de la industria del transporte y mejorar la seguridad vial. Seguimos innovando para responder a las necesidades del mercado y contribuir a un transporte más eficiente y responsable», explicó Gonzalo Rodiño, gerente de Relaciones Institucionales de Mercedes-Benz Camiones y Buses. Como parte de su campaña para reducir su huella de carbono, por cada camión o bus que vende, la compañía planta un árbol.
Como parte de este proceso, Honda Argentina acaba de presentar su primer reporte de sostenibilidad a nivel local. Su planta de Campana cuenta con la certificación ISO 14001 y el 100% de la energía que utiliza es renovable. Además es la única fábrica de motos a nivel local que usa energía sustentable en sus operaciones. El cambio implica una reducción de más de 1.160 toneladas de emisiones anuales de CO₂ equivalente. A través de un acuerdo con YPF Luz, empezó a abastecerse de energía renovable desde el parque solar Zonda, de San Juan.