Las últimas décadas de los combustibles fósiles
A los combustibles fósiles les quedan poco tiempo. Cada vez se solicitan más medidas ambientales para financiar inversiones. Se apuesta a las energías renovables.
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6 Abr, 2022

La producción de combustibles fósiles como el petróleo y gas disminuyó en todo el mundo en 2020 como consecuencia de la pandemia de COVID-19. En el caso de Argentina, si bien el petróleo ha presentado una disminución en su producción desde 1998, el mes pasado la Secretaría de Energía dio a conocer que la producción está creciendo en la actualidad.

Consultado sobre la generación de electricidad en el país y la región, Juan Ignacio Arroyo, economista y cofundador de Ahora Qué?, señaló: “El gas natural es la fuente más importante de la matriz energética, abastece a más de la mitad del consumo total de electricidad. Brasil y Paraguay, por su parte, generan electricidad, principalmente, mediante energía hidroeléctrica”.

Si bien la Argentina cuenta con diversos recursos fósiles para abastecer la demanda de energía, aún dependemos de la importación. En este sentido, Ignacio Peña, fundador y CEO de Surfing Tsunamis, indicó: “La Argentina históricamente ha sido un importador neto de hidrocarburos. Las estadísticas recolectadas por el Instituto Argentino de Energía muestran que, desde 2011, el único año en el que hubo un saldo comercial positivo fue 2020”.

Papel de los hidrocarburos en la economía

Si bien los hidrocarburos presentan un rol central en la economía argentina, el mundo marcha en un sentido opuesto. El informe Net Zero by 2050 de la Agencia Internacional de Energía plantea diferentes alternativas para que el crecimiento económico no dependa del petróleo, entre otros.

En esta línea, Delfina Godfrid, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), planteó: “Los combustibles fósiles ocupan un rol central en el desarrollo de la Argentina, pero debido a los costos socioambientales que conlleva usarlos, se debería planificar una transición energética”. De acuerdo con Peña, “Argentina fue líder regional durante la revolución del petróleo y del gas en la primera y la segunda mitad del siglo XX, respectivamente. Sin embargo, ahora está desaprovechando la oportunidad de liderar la revolución de las energías limpias, en las que tiene condiciones naturales relativas mucho más ventajosas. Las energías renovables ofrecen el tipo de salto que la Argentina necesita”.

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“Los combustibles fósiles ocupan un rol central en el desarrollo de la Argentina, pero se debería planificar una transición energética.”

Hay una mayor apuesta en el mundo por las energías limpias. Peña continuó: “Las energías limpias concentran las inversiones globales en el sector eléctrico en un mundo que se electrifica y presentan una oportunidad de exportación clara. Además de una posible integración regional de redes eléctricas, Argentina tiene condiciones naturales privilegiadas para ser un gran exportador de energía solar y eólica con el desarrollo del hidrógeno verde”. La Argentina cerró 2021 con 12% de energías renovables no convencionales y tiene una meta de 20% para 2025. Para Peña, una de las barreras es la falta de planificación.

Financiamiento para la transición energética

Acerca de qué camino debiéramos seguir, Roque Pedace, investigador en política climática y energética, comentó que los recursos actuales del país son suficientes para la transición energética. No hay necesidad de avanzar en la frontera de hidrocarburos ni de correr altos riesgos financieros. Y agregó: “es necesario salir lo antes posible de estos sistemas y el gran problema del país es quién financia, ya que se requieren inversiones masivas para la transición energética”.

Godfrid completó: “El impuesto al carbono es cada vez más frecuente y afecta a las exportaciones. También tener políticas ambientales es clave en términos financieros, ya que hay organismos internacionales que piden cada vez más condiciones de este tipo”, completó.

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