De acuerdo al informe Global Catastrophe Recap de Aon, proveedor de servicios de administración de riesgos, los desastres naturales registrados desde enero hasta septiembre de 2024 causaron pérdidas económicas superiores a 258.000 millones de dólares, una cifra que alerta a las empresas, en general, y del sector de la construcción, en particular.
Terremotos, tormentas severas, inundaciones catastróficas, olas de calor récord y sequías interrumpieron los plazos de los proyectos de construcción y causaron grandes pérdidas financieras para esa industria.
“La gestión de riesgos en proyectos de construcción en América Latina es un proceso dinámico que demanda planificación, colaboración entre distintos actores y el uso de tecnologías avanzadas. Al decidir actuar en forma proactiva frente a estos riesgos, la industria puede mejorar su resiliencia ante desafíos climáticos y así consolidar las posibilidades de sus proyectos a largo plazo”, explicó Clemens Freitag, líder de Industria de Construcción e Infraestructura para Latinoamérica en Aon.
En este sentido, resaltó que “ya sea en América Latina o en otra región, frente al carácter irreversible de los sucesos climáticos, cuando la industria de la construcción adopta prácticas sostenibles y resilientes, puede minimizar sus riesgos y contribuir significativamente a un futuro más sostenible”.
Aplicación de modelo climático
Los modelos climáticos y de catástrofes apoyan específicamente a la industria de la construcción en las siguientes áreas:
- Evaluación de los riesgos y peligros del sitio: el modelo climático ayuda a comprender el riesgo básico de construir en una zona geográfica determinada, a evaluar los riesgos climáticos actuales, identificar posibles peligros desde las primeras fases de medición de riesgos del proyecto y su evolución a lo largo del ciclo de vida de la construcción. Esto incluye riesgos específicos de cada región, como la subida del nivel del mar para proyectos costeros y el calor extremo para proyectos en zonas propensas al calor.
- Toma de decisiones informada: al proporcionar información exhaustiva, los modelos climáticos facilitan la toma de decisiones informadas, pueden mitigar los riesgos (como la ubicación), ayudan a identificar las medidas físicas y la mejor resistencia de un proyecto desde las fases de diseño y construcción, esto permite minimizar las interrupciones y las pérdidas financieras
- Planificación a largo plazo y preparación para seguros: los modelos climáticos calculan los riesgos con décadas de anticipación, lo que contribuye a la planificación a largo plazo; por tanto, ayudan a comprender cómo los peligros pueden afectar a las estructuras a lo largo de toda su vida útil, y permite impulsar inversiones tempranas en mitigación de riesgos, incluso desde la fase de diseño
“El papel que desempeñan los modelos climáticos en la industria de la construcción es fundamental, porque guían las decisiones estratégicas y facilitan la transferencia efectiva de riesgos”, aseguró Mario Ordaz, cofundador de ERN, firma mexicana de modelización catastrófica que Aon adquirió hace dos años.
En esta línea, recalcó que “los modelos no sólo ayudan a mitigar los impactos negativos del cambio climático, sino que también promueven un enfoque más sostenible en el desarrollo infraestructural de la región”.