Por: Jorge Day – Informe IERAL
• El Monitor de Provincias, que mide la evolución de la actividad económica en cada jurisdicción, registra variaciones positivas o cercanas a neutras en toda la región pampeana entre el primer semestre de 2015 e igual período de 2019. En el resto del país, Neuquén, Mendoza y Tucumán tienen un comportamiento análogo. Entre las provincias con performance más negativa en el período se encuentran Catamarca, Santa Cruz, Chubut y La Rioja
• La masa salarial privada experimentó una caída significativa en el período, con guarismos de todos modos más moderados en La Pampa, Tucumán y Jujuy, pero muy marcados en Tierra del Fuego, Catamarca y Santa Cruz. Hubo cierta compensación por el lado de la política fiscal en algunas provincias (caso de San Juan, Córdoba y La Pampa), pero en el NEA y en el NOA esta variable terminó siendo pro-cíclica
• La diferencia la hizo el impulso exportador, que resultó significativo y positivo en provincias como Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, Corrientes, San Juan, Mendoza, San Luis y Neuquén. En cambio, la contribución del segmento de exportaciones fue negativa para los casos de Santa Cruz, Jujuy, Santiago del Estero, Misiones, Chaco y Catamarca
Luego de la bonanza de las commodities de 2003-2011, la economía argentina entró en un periodo de estancamiento, con sus oscilaciones, y sufriendo ahora una recesión. En ese contexto, y desde una perspectiva regional, nos preguntamos cómo ha sido la performance de las provincias durante el período 2015-2019.
Acorde al Monitor de Provincias, a mitad de 2019 unas pocas terminan mejor que hace cuatro años (La Pampa, Córdoba, Santa Fe). En términos generales, la región Pampeana ha tenido una mejor performance, mientras que han estado más complicados el NOA y buena parte de la región Patagónica, exceptuando Neuquén.
Para comprender el porqué de este desempeño regional, se tomarán en cuenta tres indicadores, que representan los impulsos que han tenido las distintas provincias.
Impulso privado: ¿en qué consiste? Si hay más personas empleadas o mejora el poder de compra de sus salarios, la población comprará más, e impulsará la actividad económica, especialmente a través del comercio. En este punto, sólo se considerará sólo la masa salarial privada, puesto que la pública será tenida en cuenta en otro de los vectores de impulso.
En estos últimos años, el estancamiento y las diferentes devaluaciones terminaron generando una significativa caída en el poder de compra de la población en todas las provincias argentinas, que explica la abrupta caída en las ventas comerciales, especialmente en aquellas de bienes de consumo postergable, como los autos. Es decir, hablamos de un impulso privado negativo.
Llamativamente, este fenómeno ha sido menos acentuado en buena parte de la región pampeana, pero muy marcado en otras provincias, caso de Catamarca (minería) y Tierra del Fuego (promoción industrial). Estas diferencias están en parte vinculadas con el capítulo siguiente, que considera el factor exportaciones.
Impulso exportador: un 2016 se redujeron impuestos a la exportación y se quitaron distinto tipo de restricciones, mientras que desde mayo de 2018 el dólar se encareció notoriamente. Estos factores repercutieron positivamente en aquellas provincias con mayor sesgo exportador. Aun vendiendo el mismo monto en dólares, se beneficiaron al percibir un dólar más caro. La región más exportadora es la Pampeana.
Podría pensarse que varias provincias petroleras y mineras también son muy exportadoras (por ej, San Juan). Pero si en algunos casos aparecen con un impulso negativo, es señal de una importante disminución en sus exportaciones (por ej. Santa Cruz).
Impulso fiscal: el gobierno puede movilizar la actividad económica, quitando menos recursos a la población y empresas (menos impuestos), y otorgado más fondos (vía mayor gasto público). Esta política expansiva es posible cuando el gobierno tiene un margen financiero, sea con superávit fiscal, o reduciendo ahorros o endeudándose.
Las provincias más beneficiadas con las exportaciones, no fueron fiscalmente contractivas, observándose que su recaudación de impuestos se rezaga con respecto a la inflación. En algunos casos también hubo expansión del gasto público.
Esto no ocurrió en varias provincias norteñas, que generalmente son más dependientes de fondos nacionales. Debido a su debilidad financiera, en el periodo de cuatro años, sus gobiernos tendieron a elevar la recaudación de sus impuestos provinciales, y a ser más moderados en su gasto primario. Es decir, fueron contractivos en un periodo recesivo. Su impulso fiscal resultó siendo negativo.
Como caso especial, está San Juan, que había generado finanzas superavitarias en los periodos buenos, y ha des-ahorrado en los malos, realizando así una política contra-cíclica.
Antes de hacer una síntesis, cabe agregar un cuarto impulso, que es el rol que juegan los principales productos en algunas provincias poco diversificadas. Por ej., el impulso Vaca Muerta ha movilizado Neuquén, que tuvo una mejor performance que otras provincias. En cambio, la menor extracción de cobre afectó seriamente a Catamarca, y algo similar sucedió con Santa Cruz y su petróleo.
Resumiendo, en estos cuatro años, hubo una caída en la actividad económica en la mayoría de las provincias argentinas (considerando hasta la primera mitad de 2019). En buena parte, se debió a un impulso privado negativo, con población con menor poder de compra, tanto por el estancamiento como por el ajuste generado por las distintas devaluaciones.
En este difícil contexto, algunas provincias pudieron compensar con un impulso exportador positivo, principalmente las que más venden al exterior (región pampeana), que también se beneficiaron con menores retenciones.
Mientras que, por otro lado, aquellas jurisdicciones que no son exportadoras, y más dependiente de fondos nacionales, tendieron a aplicar una política fiscal contractiva (menos gasto y más impuestos), generando un impulso fiscal negativo, agravando la crisis en sus lugares. Entre las más complicadas se hallan varias provincias norteñas.
Como casos especiales, varias provincias se vieron perjudicadas por el pobre desempeño en sus principales productos exportados, como cobre en Catamarca, y petróleo en varias provincias patagónicas, con la notoria excepción de Neuquén, impulsada por el proyecto de Vaca Muerta.