Panorama complejo para el sector externo
Especialistas consultados coincidieron en que el escenario externo local tiende a ajustarse por el panorama internacional y por la baja disponibilidad de reservas del BCRA.

10 Dic, 2021

El Banco Central debe enfrentar vencimientos de capital e intereses en 2022. Por eso el Gobierno busca un buen acuerdo con el FMI, que permita estirar los plazos.

El sector externo aporta dólares a la economía, pero la balanza entre importaciones y exportaciones se verá alterada, por un lado, por los precios de los commodities y, por el otro, por los insumos necesarios para responder a la recuperación tras la pandemia.

Aunque eso no es lo único que la afectará, también hay que considerar el panorama internacional.

El director de la consultora Fimades y especialista en economía internacional, Luis Palma Cané señaló que “para pronosticar el cuadro del sector externo local lo primero que hay que analizar es la economía internacional”. En ese punto, explicó: “Está claro que se van a empezar a retirar los estímulos monetarios y fiscales. La FED va a anunciar el retiro gradual de fondos que inyecta. Y, posiblemente anuncie que, para fines de 2022, vaya a subir las tasas de interés”.

Del mismo modo, aclaró: “El Banco Central Europeo está pensando en recortar los estímulos monetarios y fiscales. El resto de los bancos centrales o ya han empezado el tapering o ya han subido las tasas”.

El economista del CEMA José Siaba Serrate, sin embargo, minimizó el impacto local de la FED: “Argentina no tiene una conexión financiera porque estamos al borde del camino y no debería tener un impacto adverso en ese plano”.

Además, apuntó: “En este terreno es más lo que puede mejorar la Argentina por acciones propias que las que puedan afectarla por fuera. Está claro que el acuerdo con el FMI ya no se puede correr porque los vencimientos son muy grandes y no se pueden pagar con las reservas. Esto va a obligar a definir qué se hace con el Fondo y ese es un elemento que, bien manejado, puede llegar a tener más potencia que cualquier otro de los elementos mencionados”.

Los dólares del turismo

Desde la consultora Orlando Ferreres y Asociados, Fausto Spotorno resaltó que hay otro sector que es una incógnita y es el turismo: “Siempre fue un sector deficitario. Es cierto que con este tipo de cambio es muy rentable venir a la Argentina. Pero es una caja negra que no creo que genere superávit. Eso sólo sería posible con un dólar libre a 200 pesos. En este esquema el turismo no es tan atractivo”.

Para dar respuesta a ese problema el Gobierno buscó canalizar cada dólar hacia el Banco Central. En esa estrategia se enmarca la decisión de permitir a los turistas extranjeros abrir una cuenta y beneficiarse del dólar MEP, que paga 80% arriba del oficial. Palma Cané, sin embargo, se mostró escéptico. “Ningún turista extranjero va a sacar una cuenta para eso. Se va a Florida y lo resuelve más rápido. El turismo, si hay brecha, se mueve por el paralelo y la moneda que vale siempre es la más alta. Al mismo tiempo el turismo desinfla el dólar blue porque aumenta la oferta. Si la medida resultara exitosa ampliaría la brecha”.

Por otra parte, Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano coincidió en que las señales son contradictorias: “Posiblemente tengamos un incremento en el turismo receptivo. Más allá de la norma es probable que se escurra una parte por el mercado paralelo y no quede registrado en las cuentas nacionales. Lo mismo ocurre con otros servicios. La medida va en la dirección correcta, pero parece medio engorroso que alguien que viene cinco días tenga que abrir una cuenta”.

Es que, en definitiva, el problema de fondo de la Argentina es la disponibilidad de las reservas.

Para Beker, cada especialista va a hacer una estimación diferente. “Lo cierto es que de la política del BCRA se deduce que hay pocas reservas”, analizó.

Con todo, el especialista resumió: “La existencia de una brecha de esta magnitud genera un montón de dificultades para el comercio exterior. Reducirla sería una política que mejoraría el comportamiento de las exportaciones. Con una brecha de esta magnitud hay un gran incentivo a eludir los canales formales”.

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