El camino del Banco Municipal de Rosario hacia la sustentabilidad empezó en 2017, cuando hicieron un acuerdo con la Secretaría de Energía de la provincia de Santa Fe para el otorgamiento de créditos con beneficios especiales para los proyectos de eficiencia energética y energías renovables. El siguiente paso fue financiar Prosumidores, una iniciativa del gobierno provincial que permitió que los ciudadanos y empresas usuarias de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y las cooperativas eléctricas adheridas produjeran energía a partir de fuentes renovables y la inyectaran a la red.

A partir de esas experiencias comenzaron a pensar qué se podía hacer en la propia institución. “Vimos que podíamos intervenir desde tres lugares: ser más eficientes en el consumo; explorar la posibilidad de generar energía renovable; y contagiar estas prácticas compartiéndolas con el personal, los clientes, los proveedores y con la prensa. Llevando adelante el proyecto de generación podíamos ser, también, un caso de éxito para inspirar otros bancos y edificios”, cuenta Natalia Diruscio, responsable de Marketing del banco.

Paneles en el Casa Central

En el banco se enfrentaron al desafío de avanzar en la reconversión energética de la casa central, ubicada en pleno centro de la ciudad, rodeado de edificios y con poca superficie de exposición al sol.

“El objetivo fue reducir el consumo de energía eléctrica y generar energía renovable. Así, por un lado, produciríamos ahorro económico y, por otro, contribuiríamos a mejorar la matriz energética al reducir la huella de carbono. Además, tener un proyecto sólido, en marcha, y con los ahorros comprobados nos permitiría contarlo a la sociedad y contagiar a otras instituciones”, explica Diruscio.

La táctica que pusieron en marcha para llegar a este objetivo apuntó a dar un paso a la vez. Arrancaron progresivamente cambiando las luminarias fluorescentes, incandescentes y halógenas por led. También configuraron los aires acondicionados en 24 grados, a la vez que coordinaron las horas de encendido y apagado de luces y aires acondicionados para que coincidieran con el horario de trabajo.

“Tenemos créditos disponibles para quienes quieran hacerlo en sus casas, pero para muchas personas no es tan atractivo porque se necesita una inversión inicial importante. Estamos trabajando en eso porque queremos financiar la instalación de energía solar en clubes, edificios y consorcios.”

Luego vino el paso más importante: arrancar con la generación de energía renovable en la propia sede central del banco. Para esto instalaron 84 paneles fotovoltaicos conectados en serie a la red, con los que generaron 27 kVA/h en horas pico, que equivalen al consumo de iluminación de todo el edificio de casa central.

Para comunicar la iniciativa presentaron el proyecto en el evento por los 125 años de la ciudad. Y generaron eventos vinculados a sostenibilidad en el auditorio para que los asistentes tuvieran la posibilidad de ver la instalación de los paneles solares.

Un abanico de motivaciones

Para avanzar, un punto central fue convencer al directorio del banco de realizar la inversión. En el proyecto de generación de energía renovable a través de la colocación de paneles solares la inversión fue de 41.050 dólares más IVA (3.100 dólares en evaluación del proyecto y 37.950 dólares para su ejecución).

En el proyecto intervinieron unas 40 personas. Se involucraron cuatro instituciones y más de ocho áreas de trabajo internas.

La amortización está calculada en siete años. Los paneles tienen una vida útil de 25 años.

“Las expectativas institucionales cubrían varios aspectos. Había motivaciones económicas vinculadas con la inversión y el ahorro y también ambientales, ante la búsqueda de una mejora de la matriz energética. Pero también había una motivación política: sentar y comunicar una posición con respecto a la importancia de la energía renovable y demostrarla con hechos y recursos», sostiene Diruscio.

Efecto contagio

“Los resultados cualitativos que se lograron fueron la mejora en la matriz energética, la generación de conciencia acerca del uso de la energía en el personal y el efecto contagio que el proyecto ha podido realizar, y tiene aún el potencial de concretar”, explica Diruscio.

En cuanto a los resultados cuantitativos, desde que se instalaron los paneles, llevan generados 66.768 kVA/h.

“El mayor impacto es mostrar con hechos que es posible capitalizar un recurso como el sol, en pleno centro de la ciudad, para generar energía eléctrica limpia. Esta toma de conciencia impacta sobre nuestros 450 colaboradores, nuestros proveedores, clientes y la ciudadanía”, comenta.

Hoy el banco es uno de los primeros organismos públicos en tener una fuente de energía renovable. “Pusimos en marcha el proyecto cuando el banco cumplía 125 años, nos pareció una hermosa manera de empezar a comunicarlo a la ciudadanía”, sostiene Diruscio.

Los paneles solares permitieron que la casa central del banco pase de enfrentar una factura por el consumo de energía de red de 1.224.000 pesos a una de 716.000 pesos, un ahorro del 41%.

“Con esto buscamos generar conciencia de que se puede ahorrar energía en el sector más densamente construido de toda la ciudad. No se necesita estar en el medio del campo para poner paneles fotovoltaicos, en cualquier lugar de cualquier ciudad se pueden instalar y el sistema es eficiente”, señala la ejecutiva.

“Hoy somos generadores de energía y volcamos el excedente a la red. Como no tenemos sistemas de acumulación de energía, porque eso requeriría un panel de baterías enorme y no contamos con ese espacio, le vendemos la energía que sobra al sistema”.

El paso que aún tienen pendiente como banco es lograr que la financiación para estas iniciativas se vuelva masiva. “Tenemos créditos disponibles para quienes quieran hacerlo en sus casas, pero para muchas personas no es tan atractivo porque se necesita una inversión inicial importante. Estamos trabajando en eso porque queremos financiar la instalación de energía solar en clubes, edificios y consorcios”.