Productos financieros para jóvenes universitarios
Los bancos buscan captar a la Generación Z con una oferta que se ajuste a sus necesidades. Radiografía del consumo de este segmento de la población.  Mientras las fintech y los bancos digitales pisan cada vez más fuerte en el segmento joven, los bancos tradicionales buscan seducir a los jóvenes universitarios con productos financieros acorde […]

2 Sep, 2020

Los bancos buscan captar a la Generación Z con una oferta que se ajuste a sus necesidades. Radiografía del consumo de este segmento de la población. 

Mientras las fintech y los bancos digitales pisan cada vez más fuerte en el segmento joven, los bancos tradicionales buscan seducir a los jóvenes universitarios con productos financieros acorde a sus necesidades y consumos. 

La Generación Z (es decir, aquellos nacidos entre mediados de la década de 1990 y mediados de la primera década del nuevo siglo) es responsable del 40% del consumo global, según el estudio Generación Z: El último salto generacional, elaborado por el Deusto Business School y publicado por el World Economic Forum (WEF). Pero su integración al sistema financiero representa un desafío en la Argentina. 

De acuerdo a la investigación local de la firma de asesoría y consultoría PwC Los jóvenes y el sistema financiero, la mayoría opina que los bancos son poco empáticos. Los consideran distantes y ajenos a sus expectativas. Sólo un 34% cree que la empresa de la que es cliente los conoce y menos de la mitad siente que recibirá ayuda de estas compañías cuando lo necesite (un 38%).

Les reclaman la resolución de situaciones sin tener que concurrir a sucursales y acceso a créditos hipotecarios con tasas razonables. A la hora de endeudarse, apenas el 16% recurre al sistema bancario.

En el informe de PwC Banca minorista 2020. ¿Evolución o revolución?, la firma indicó que, sin embargo, el país presenta un potencial de la mano de este segmento. Porque su apetito de consumo creciente y su expectativa de vida van en aumento.

Productos para jóvenes

Entre los productos que los bancos diseñaron para esta parte de la población, se encuentra, por ejemplo, MOVE, de Banco Galicia. Creado bajo el lema “Movete para lo que quieras, menos para ir al banco”, se trata de una tarjeta con promociones específicas para este segmento etario. Más tarde, se convirtió en una plataforma online de servicios financieros. Y ahora ya tiene 220.000 clientes que gastan un promedio mensual de 26.000 pesos. De ellos, el 85% se maneja con tarjeta de débito.

Ezequiel Fanelli Evans, senior manager del área de Personas de la empresa, afirmó: “MOVE es una propuesta digital que incluye una tarjeta de débito, cuentas en pesos y dólares y acceso a promociones y a Quiero!, el programa en el que se pueden canjear puntos obtenidos en consumos por descuentos. Es gratuito y el alta se hace a través de biometría”.

El banco proyecta duplicar este año el crecimiento de 2019. Según Evans en 2020 se aceleró la demanda y la tendencia marca que seguirá en auge en el futuro. Además aseguró que constantemente se generan alianzas con nuevas marcas para potenciar la propuesta.

Otro de los productos para este segmentos es el que lanzó Santander con el nombre iU. Es para jóvenes de 18 a 31 años y pasó de tener 883.000 usuarios a 977.000 en julio pasado

María Jimena Alonso, project chief de iU/Nova aclaró que no requiere adhesión: “Por ser clientes del banco, los universitarios ya participan”. El 15% del consumo total con tarjetas de esta entidad está en manos de esta categoría. Y aproximadamente la mitad abona sus gastos en cuotas sin interés, mientras que la mitad restante lo hace en un solo pago. 

Más variedad de opciones

Con otros tres paquetes aparece el Banco Macro para el rango etario de 18 a 30 años. Macro Valora Superior (con hasta dos tarjetas de crédito Gold), Macro Valora Esencial (con hasta dos internacionales) y Macro Valora Inicial (con una internacional). Los tres incluyen tarjeta de débito, transacciones ilimitadas en cajeros automáticos del banco y una caja de ahorro en dólares.

La categoría busca acompañar a los jóvenes en su primer empleo, su independencia económica o la compra  de un objeto de valor, como su primer auto o moto. “Se accede a beneficios con débito automático, ahorros, cuotas sin interés en diversos productos (como hogar, deco, indumentaria, supermercados o delivery) además de recargas de celular y SUBE”, describió Milagros Medrano, gerente de Relaciones Institucionales de la entidad.  

La educación financiera, clave para la inclusión

En cuanto a la autoridad monetaria, el Banco Central (BCRA) ve con buenos ojos la incursión en la banca de este sector de la población. Porque considera que estimula sus habilidades financieras, facilita sus transacciones cotidianas y fomenta la bancarización.

De todos modos, según una encuesta realizada por la compañía global de datos, análisis y tecnología Equifax, la mitad de estos jóvenes se endeuda por casi el doble de lo que gana. El 51% de ellos percibe un promedio mensual de 24.000 pesos, pero sus deudas alcanzan un promedio de 46.000 pesos, una cifra considerablemente superior a su nivel de ingresos aproximado. 

Para contrarrestar este y otros riesgos asociados a la utilización de estos servicios, como por ejemplo la imposibilidad de abonar préstamos personales con elevadas tasas de interés, los bancos se involucran también con la educación financiera de este segmento de clientes.

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