Proyectos comunitarios en los que todos suman
El grupo asegurador participa de los proyectos impulsados por sus colaboradores y en los que están vinculados con organizaciones sociales de las localidades en las que están insertos.

14 Mar, 2023

El Grupo San Cristóbal viene desarrollando desde 2018 una estrategia de compromiso con la comunidad que le permite llevar adelante varios proyectos al mismo tiempo. El programa Hacedores por la comunidad surgió hace cinco años como una manera de involucrar no solo a la compañía, sino también a las personas que trabajan en el Grupo. Por este camino ya llevan financiados 18 proyectos.

“San Cristóbal siempre tuvo una filosofía mutualista muy vinculada con las comunidades en las que está inserta la compañía. Esta iniciativa nos permite llegar a muchas regiones y generar una reflexión de nuestro rol como marca”, cuenta Florencia Ferramondo, líder de Marcas y Asuntos Públicos del Grupo.

Hacedores por la comunidad es un programa de voluntariado corporativo que se creó en 2018 con la finalidad de capitalizar el espíritu solidario de los colaboradores que conforman el Grupo y orientar en forma coordinada la inversión social. Esta gestión es llevada a cabo por la Mutual del Personal de Grupo San Cristóbal.

“Trazamos y ejecutamos políticas activas para promover una gestión responsable, contribuir al desarrollo sostenible y construir una organización conectada con las personas, íntegra, empática con sus comunidades, comprensiva de la realidad, diversa, inclusiva y dispuesta a escuchar a sus grupos de interés”, detalla Ferramondo.

Los objetivos del programa son:

  • Promover que los colaboradores sean agentes de cambio en sus comunidades y lograr presencia territorial federal.
  • Articular alianzas con organizaciones sociales locales en las comunidades donde opera el Grupo.
  • Dejar capacidad instalada en las organizaciones sociales para aportar a su crecimiento.

Concurso de iniciativas

Cada año, la Mutual del Personal del Grupo San Cristóbal convoca a los colaboradores a que presenten proyectos en alianza con organizaciones sociales locales que contribuyan a transformar la realidad de las comunidades en las que están presentes.

Las propuestas se cargan en un formulario online. Lo que se busca es que representen un beneficio para una gran cantidad de personas y que, preferentemente, beneficien a las comunidades de las localidades donde opera el Grupo.

Las iniciativas presentadas que cumplen con los requisitos establecidos son publicadas en la red social interna (Workplace by Meta) para que los demás colaboradores puedan votar las que más les interesen. Y las más votadas reciben un punto extra.

En 2022 se realizaron diez proyectos que involucraron directamente a 30 colaboradores y a las áreas de atención de todos los centros médicos de Asociart del país. Los proyectos impactaron en trece provincias, en más de 470 familias y en 200 personas con discapacidad.

La decisión final acerca de cuáles son los proyectos elegidos la toma el Comité Estratégico de Sustentabilidad y la Comisión Directiva de la Mutual del Personal. Evalúan todas las propuestas y les otorgan una calificación de 1 a 9, priorizando la dispersión geográfica.

Desde su creación en 2018, el concurso lleva financiados 18 proyectos que impactaron en distintas ciudades, como Buenos Aires, Rosario, Mendoza, Salta, Córdoba, Resistencia, Mar del Plata, Montevideo (Uruguay), entre otros, y donde llevan invertidos 10 millones de pesos.

En 2022 se realizaron diez proyectos que involucraron directamente a 30 colaboradores y a las áreas de atención de todos los centros médicos de Asociart del país. Los proyectos impactaron en trece provincias, en más de 470 familias y en 200 personas con discapacidad.

Los proyectos del 2022

Uno de los proyectos es Háblalo for business, con el foco en pacientes con discapacidad de comunicación. Para potenciar la inicitiva se le entregó una tablet a cada uno de los siete centros médicos de Asociart con el software personalizado y se habilitó una plataforma interna de aprendizaje para una correcta y efectiva utilización de la app Háblalo.

El segundo proyecto es Creando puentes hacia la inclusión social y laboral, que se realizó junto con la Fundación Carmela Fassi, en el Parque Industrial de Las Heras, Mendoza. Allí se instaló un nuevo sistema de riego y una nueva central eléctrica para favorecer la producción de la huerta orgánica. Se colaboró con la adquisición de material didáctico para el dictado de cursos y el desarrollo psicomotriz de los asistentes.

Estas iniciativas impactaron en 350 grupos familiares que se encuentran en situación de vulnerabilidad socioeconómica y reciben asistencia alimentaria.

El tercer proyecto es Manos en la masa, una cooperativa de trabajo salteña. Allí se adecuaron las instalaciones deterioradas para aumentar la capacidad de elaboración y venta de los alimentos panificados saludables (conexión de agua potable, nueva instalación eléctrica, piso) y se refaccionó el kiosko. Con estas iniciativas se beneficiaron 19 familias.

El cuarto proyecto fue mejorar las instalaciones de la Casa del Niño, en Unquillo, Córdoba. Para esto se compraron e instalaron cuatro aires acondicionados y también una cocina industrial para optimizar tiempos y mejorar el servicio. La cantidad de beneficiarios directos fueron 30 personas de entre 14 y 51 años de edad.

Otro proyecto estuvo vinculado al Centro Integral Color Esperanza en Montevideo, Uruguay. En este hogar para personas con discapacidad se adecuaron los espacios en cuestiones de accesibilidad, seguridad y equipamiento. Los beneficiarios fueron 60 personas de entre 16 y 53 años.

También trabajaron con la iniciativa Ayudando a alimentar y a estudiar, de la Asociación Civil con Personería Jurídica Manitos Solidarias de Santo Tomé, Santa Fe. El proyecto consistió en renovar el gabinete informático que utilizan las mujeres que concurren a la ONG a terminar sus estudios secundarios. Se actualizaron cuatro PC para mejorar la velocidad de conectividad virtual, y también la capacidad de almacenamiento de archivos y materiales necesarios para el cursado. Se compró una impresora con escáner para ser utilizada en las clases del secundario y para el control nutricional de los niños. Además se instaló una nueva cocina industrial, heladera, freezer, balanza, mesa de trabajo de acero inoxidable, ollas, tablones y sillas. Con todas estas intervenciones elevaron la capacidad de elaboración en la cocina a 100 raciones por día.

“Este concurso nos permite que los colaboradores sepan hacia dónde se encauza la inversión social de la compañía y, a la vez, permite que los colaboradores se comprometan en primera persona con la estrategia”, detalla Ferramondo.

“Lo que más me gusta del programa es que ya está instalado en la compañía. Para todos los que participan es muy enriquecedor. Por lo general las actividades de voluntariado se hacen sábado o domingo y llevan a las familias. Prácticamente la mitad de los colaboradores que se presentan un año vuelven a hacerlo al siguiente”, resume Ferramondo.

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