Zurich y Economist Impact publicaron una nueva investigación que aborda el cambio climático en los entornos urbanos de todo el mundo y proporciona información práctica para construir ciudades resilientes. Con unos fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes y graves, las ciudades se enfrentan a importantes riesgos para su entorno, su economía y su salud pública.
“Las ciudades están en primera línea de la crisis climática, pero también tienen el poder de liderar la creación de resiliencia comunitaria. Para afrontar con eficacia los retos relacionados con el clima, las ciudades deben actuar con decisión y colaboración. Las aseguradoras, con su experiencia y capacidades en riesgos naturales, pueden desempeñar un papel fundamental en el apoyo a las zonas urbanas, las empresas y las comunidades en el desarrollo de estrategias sólidas para mejorar su resiliencia y asegurar un futuro sostenible”, comenta Dirk De Nil, director global de Zurich Resilience Solutions.
El informe, titulado Resiliencia desde la base: evaluación de los enfoques urbanos del riesgo climático y la adaptación al mismo, se basa en una revisión bibliográfica, una encuesta a la población en general y entrevistas con 15 expertos en clima de prestigiosas organizaciones, como el Foro Económico Mundial, la Organización Internacional del Trabajo y ONU-Hábitat.
El riesgo de la gestión del agua
La encuesta recabó la opinión de 5.000 residentes en Ámsterdam, El Cairo, Ciudad del Cabo, Dubai, Yakarta, Madrid, Bombay, Nueva York, San Pablo y Tokio. En cuanto a la percepción de los encuestados sobre la preparación de las ciudades para estos eventos, cuatro de cada cinco encuestados creen que su ciudad no está suficientemente preparada para afrontar los riesgos relacionados con el clima, sienten gran preocupación por las olas de calor, la contaminación atmosférica, la escasez de agua y las inundaciones.
Además, más del 41% de los encuestados cree que la infraestructura de gestión del agua de su ciudad está en peligro, lo que subraya la urgencia de abordar los retos climáticos relacionados con el agua, como su escasez y las inundaciones. Por otro lado, los resultados muestran datos concretos sobre la desigualdad de oportunidades para afrontar riesgos climáticos. De acuerdo a las respuestas, los impactos del cambio climático varían significativamente en función del género, la edad y los grupos socioeconómicos, porque afectan de forma desproporcionada a mujeres, niños, ancianos y poblaciones vulnerables.
Uno de los ejes de la encuesta se centró en la búsqueda de soluciones para asegurar ciudades más resilientes. En este sentido, la mayoría de los encuestados espera que los gobiernos nacionales y locales lideren los esfuerzos de adaptación al clima, lo que subraya la necesidad de una acción coordinada. En cuanto al rol de las empresas, el 28% de los encuestados cree que deberían liderar la adaptación al cambio climático, pero el 58% considera que no están haciendo lo suficiente.
A su vez, no se deja de lado el rol de los ciudadanos y sus esfuerzos para realizar acciones más sustentables en su cotidianeidad. Casi un tercio de los encuestados se siente personalmente responsable de la adaptación al clima, y el 95% está tomando o planificando medidas para aumentar la resiliencia. Sin embargo, los elevados costos, los conocimientos insuficientes y la falta de confianza en las políticas gubernamentales son obstáculos importantes.
El informe subraya que aumentar la resiliencia climática es esencial para las ciudades que se enfrentan a riesgos cada vez mayores. Para ello es necesario invertir en infraestructuras resistentes al clima, integrar medidas de mitigación y adaptación y colaborar entre los distintos niveles y departamentos de la Administración. También destaca el papel fundamental de la comunicación transparente y la participación de la comunidad para fomentar la confianza y garantizar que estos procesos implicados sean equitativos e inclusivos.
Además, se considera esencial la participación del sector privado, incluido el sector de los seguros. Aprovechar la innovación, la inversión y la experiencia de las empresas privadas puede permitir a los gobiernos ayudar a impulsar el desarrollo de soluciones climáticas escalables que sean eficaces en diversos entornos urbanos. Los esfuerzos proactivos y coordinados de todas las partes interesadas (gobiernos, empresas y comunidades) son esenciales para crear resiliencia climática urbana y preparar a las ciudades para prosperar en medio de la aceleración de los riesgos climáticos.