La 20ª edición del informe Global Risks Report de Marsh McLennan y Zurich para el Foro Económico Mundial de Davos revela un panorama global cada vez más fracturado, donde los desafíos geopolíticos, ambientales, sociales y tecnológicos en aumento amenazan la estabilidad y el progreso. Los conflictos armados entre Estados son el riesgo global inmediato más crítico para 2025, y la mayor preocupación para una cuarta parte de los expertos consultados en el informe.
La desinformación, las noticias falsas y deliberadamente erróneas siguen representando los principales riesgos a corto plazo por segundo año consecutivo, lo que subraya su amenaza persistente para la cohesión social y la gobernanza, al erosionar la confianza y agravar las divisiones, tanto internas como entre naciones. Otros riesgos a corto plazo incluyen eventos climáticos extremos, polarización social, ciberespionaje y guerra cibernética.
Los riesgos ambientales dominan el largo plazo, los eventos climáticos extremos, pérdida de biodiversidad y colapso de los ecosistemas, cambios críticos en los sistemas del planeta y escasez de recursos naturales lideran el ranking de riesgos a diez años. El quinto riesgo ambiental es la contaminación. Es significativo el reconocimiento de la contaminación (aire, agua y tierra) como riesgo urgente por su grave impacto en la salud y los ecosistemas. Además, los eventos climáticos extremos fueron identificados como riesgos críticos, tanto inmediatos, como a corto y largo plazo.
«Las crecientes tensiones geopolíticas, la fractura de la confianza global y la crisis climática están poniendo a prueba el sistema global como nunca antes», dijo Mirek Dušek, director ejecutivo del Foro Económico Mundial. «En un mundo marcado por divisiones cada vez más profundas y riesgos en cascada, los líderes globales tienen una elección: fomentar la colaboración y la resiliencia, o enfrentar una inestabilidad creciente. Las apuestas nunca han sido tan altas», sostuvo.
Sistemas fracturados
El informe, que se basa en las opiniones de más de 900 expertos en riesgos globales, responsables políticos y líderes de la industria encuestados en septiembre y octubre de 2024, pinta un panorama sombrío para la próxima década. Los encuestados son mucho menos optimistas sobre las perspectivas a largo plazo que a corto plazo. Casi dos tercios de los encuestados anticipan un panorama global turbulento o tormentoso para 2035, impulsado, en particular, por desafíos ambientales, tecnológicos y sociales cada vez más intensos.
Los 33 riesgos en el ranking aumentan en puntuación de gravedad a largo plazo, y reflejan las preocupaciones de los encuestados sobre la mayor frecuencia o intensidad a medida que se aproxima la próxima década.
«Desde conflictos hasta el cambio climático, nos enfrentamos a crisis interconectadas que exigen una acción coordinada y colectiva«, opinó Mark Elsner, jefe de la iniciativa de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial. «Se necesitan con urgencia esfuerzos renovados para reconstruir la confianza y fomentar la cooperación. Las consecuencias de la inacción podrían sentirse durante generaciones venideras», alertó.
Una década decisiva
A medida que las divisiones se profundizan y la fragmentación remodela los paisajes geopolíticos y económicos, la necesidad de una cooperación global efectiva nunca ha sido más urgente. Sin embargo, con un 64% de los expertos que anticipan un orden global fragmentado marcado por la competencia entre potencias medias y grandes, el multilateralismo enfrenta una tensión significativa.
Sin embargo, volverse hacia adentro no es una solución viable. La próxima década presenta un momento crucial para que los líderes naveguen por riesgos complejos, interconectados y aborden las limitaciones de las estructuras de gobernanza existentes. Para evitar una espiral ascendente de inestabilidad y, en su lugar, reconstruir la confianza, mejorar la resiliencia y asegurar un futuro sostenible e inclusivo para todos, las naciones deben priorizar el diálogo, fortalecer los lazos internacionales y fomentar condiciones para una colaboración renovada.
Matías Rosales, CEO de Marsh McLennan Argentina y Uruguay, consideró: «Como vemos, nos enfrentamos a riesgos ambientales, bélicos, ciberataques y desinformación que nos desafían, como naciones, a lograr instituciones transparentes y con mucho diálogo y apertura. Al mirar a la Argentina en el mediano y largo plazo, consideramos que tenemos una posición y oportunidad de privilegio importante que no debemos desaprovechar: estamos muy alejados de los problemas bélicos, con un fuerte liderazgo en recursos naturales, hoy muy necesarios, en esta fractura geopolítica y donde Argentina y países de Latinoamérica muestran muy poca contaminación, que es la principal preocupación del planeta. La apertura al diálogo será vital para lograr, a través de la cooperación económica, la estabilidad global.”