Se desaceleró el crecimiento de los fideicomisos financieros
El instrumento sintió la competencia de las Lebacs en la primera mitad del año. Los operadores del mercado esperan un repunte para el segundo semestre. Confían en el impulso de los préstamos hipotecarios y en la obra pública para los próximos años. Acompañando el crecimiento sostenido que evidencia el mercado de capitales nacional, los fideicomisos […]

20 Jul, 2017

El instrumento sintió la competencia de las Lebacs en la primera mitad del año. Los operadores del mercado esperan un repunte para el segundo semestre. Confían en el impulso de los préstamos hipotecarios y en la obra pública para los próximos años.

Acompañando el crecimiento sostenido que evidencia el mercado de capitales nacional, los fideicomisos financieros (FF) volvieron a registrar una evolución positiva en lo que va del 2017, pero a una tasa de crecimiento muy por debajo de la registrada en años anteriores.

Según datos publicados por la Comisión Nacional de Valores (CNV) a mayo de 2017, la colocación acumulada de fideicomisos financieros a lo largo del año ascendió a 18.742 millones de pesos, lo que representa un incremento de 35% respecto al nivel registrado durante el mismo período del año anterior. Esta evolución, aunque positiva, marca una fuerte desaceleración respecto a lo sucedido en años anteriores. Por ejemplo, el año pasado en el mismo período había registrado un crecimiento del 81% en relación al 2015.

Las altas tasas de interés dispuestas por el Banco Central para controlar la inflación, y su consecuente impacto negativo sobre las colocaciones, fueron el principal motivo mencionado por los especialistas para explicar este comportamiento, que se dio principalmente durante el primer trimestre. Sin embargo, los entrevistados se mostraron optimistas con el nivel operado en los últimos meses y destacaron la continuidad en su crecimiento.

Según Sergio Capdevila, gerente comercial de Banco de Valores, “los FF siguen creciendo a pesar de los vaivenes de la economía y este año es un poco la continuidad de lo que fue pasando el año pasado con el consumo y una suba muy importante de la tasa de interés”.

“Si bien habíamos previsto para este año una baja muy significativa que iba a afectar el contexto del consumo, esa baja de tasa se dio pero no en los niveles que todos esperábamos. A pesar de eso, la emisión de fideicomisos sigue teniendo una excelente performance”, agregó el ejecutivo.

Jackie Maubre, directora de Cohen Sociedad de Bolsa, señaló que fueron las Lebacs las que le marcaron el ritmo a la industria de fideicomisos en este 2017 y a los demás instrumentos financieros en general: “Las Lebacs son la que le han puesto y fijado las condiciones a los FF, porque nos han embarcado en un mercado de muy corto plazo con rendimientos muy altos y muy jugosos”.

“Ha sido desafiante en ese sentido, porque no todos los emisores se sentían cómodos emitiendo en este nivel de tasa y compitiendo con un instrumento que, técnicamente, no tiene riesgo. Estamos en un contexto donde el Banco Central está sacando instrumentos a una tasa muy alta, con un objetivo muy loable, que es controlar la inflación, pero que ha afectado todo el universo del resto de los instrumentos, particularmente los fideicomisos”, destacó la especialista.

De todos modos, Maubre sostuvo que se espera que las tasas se moderen hacia la segunda mitad de año, repitiendo la tendencia del año pasado y mejorando las condiciones para un nuevo repunte en las emisiones de FF de cara al segundo semestre.

Desde el Banco de Servicios y Transacciones (BST), su gerente de Mercado de Capitales Ricardo Pérez Ruiz, resaltó que “hubo un primer trimestre flojo, que se transparentó en las pocas aprobaciones de oferta pública que hubo por la CNV, principalmente por culpa del nivel de tasas, que hacía inviables muchos productos, incluso ON”.

“A partir de marzo y abril empezó a aumentar la cantidad de autorizaciones y a moverse un poco más el mercado. Hoy estamos en un buen nivel de emisiones, con una colocación fluida. Los productos conocidos con trayectoria se colocan sin mayor problema y con muy buenos niveles de tasas. En los nuevos productos la demanda es un poco más selectiva”, puntualizó el especialista.

De acuerdo a los datos de la CNV, en los primeros cinco meses del 2017 se colocaron unos 84 FF, cuatro unidades menos que en el mismo periodo de 2016. Al igual que en el ejercicio anterior, la mayor parte de las emisiones se realizaron en pesos y presentaron una duration promedio en papeles senior de entre 6 y 8 meses.

Capdevila indicó que a pesar de que hubo una menor cantidad de FF colocados en lo que va del año, este instrumento sigue manteniendo protagonismo dentro del mercado de capitales, constituyéndose como una sólida alternativa de financiación. “Creo que vamos a cerrar el año con un incremento en el monto colocado de alrededor del 35%, o un poco más, y vamos tener una cantidad menor de fideicomisos con respecto al año pasado pero, en términos de emisión, sigue traccionando bien la herramienta y sigue habiendo un buen volumen de emisión de fideicomisos”, amplió.

El agro y el leasing ganan terreno

Los fideicomisos de consumo siguieron dominando la industria, representando el 86% de los activos securitizados y ganando participación respecto al año anterior donde representaban el 79%. Dentro de lo que son FF de consumo, predominaron los de demanda de dinero o préstamos personales, que han tenido una mayor participación por sobre los de financiamiento de electrodomésticos y tarjetas de crédito.

Si bien este protagonismo de activos subyacentes ligados a consumo se mantiene estable en el tiempo, se observan dos segmentos que empezaron a ganar terreno durante el último año: los FF ligados al agro y el leasing.

Según Capdevila, “después de consumo, lo que siguió un poco inyectando operatividad es todo lo que es financiamiento de créditos para el agro: venta de insumos, financiación de compra de semillas. El sector está traccionando muy bien, a raíz de todos los cambios que impulsó el Gobierno, como la baja de retenciones, especialmente para lo que es maíz y trigo”.

De acuerdo al especialista, en su mayoría fueron operaciones en pesos, siendo el instrumento utilizado los cheques de pago diferido para la adquisición de insumos, generalmente en ventas a cosecha.

También vinculado con el agro, se observa un incremento en lo referido al leasing, con securitizaciones basadas en la compra de camiones, tractores, maquinarias agrícolas y herramientas vinculadas al sector. Según el informe de la CNV, los FF basados en operaciones de leasing pasaron del 1% sobre el total colocado en mayo de 2016 al 12% en mayo de 2017.

“El clima favorable para estos segmentos va a seguir estando. Seguramente vamos a ver más operaciones ligadas al agro y, en la medida en que tengamos un poco más de horizonte en el plazo de inversión, vamos a empezar a ver más operaciones de leasing. También están las operaciones de prenda de automotores, principalmente por parte de operadores privados de financiamiento, como concesionarias, que fueron traccionando muy bien la securitizacion” añadió Capdevila.

Nuevos participantes

En cuanto a los principales inversores, los entrevistados coincidieron en que los institucionales mantuvieron su predominio en la industria, con los fondos comunes de inversión a la cabeza, cuyos patrimonios administrados registraron un incremento del 108% interanual. Le siguen, a la distancia, las tesorerías de bancos y compañías de seguros en menor medida.

Sin embargo, como puntualizó Pérez Ruiz, se notó la participación de nuevos jugadores en esta primera parte del año: “Han aparecido en algunos fideicomisos los inversores internacionales, que no han tenido demasiado miedo en el primer semestre para invertir en productos en pesos y han aparecido, por efecto del blanqueo de capitales, una mayor cantidad de banca privada, quizás no en una proporción relevante pero aparecen”.

La participación de inversores minoristas en el mercado de FF sigue siendo reducida y se vio afectada por la competencia de las Lebacs. Sin embargo, la incorporación de nuevos participantes en el mercado de capitales vía letras del Banco Central podría resultar una ventaja a futuro para la industria de FF.

Según Bárbara Puzzolo, gerente general de Rosfid, “el sistema de amortización mensual de los valores fiduciarios posiblemente constituya una desventaja respecto de la inversión en Lebacs por parte de los inversores individuales. No obstante, somos optimistas en el sentido de que un porcentaje de esos inversores que incursionaron por primera vez en el mercado atraídos por los altos rendimientos de las Lebacs, a su vencimiento y en un escenario de tasas a la baja, probablemente se inclinen por otras alternativas de inversión, entre ellas, los valores fiduciarios”.

La oportunidad de los préstamos UVA

Los entrevistados coincidieron en que uno de los mayores desafíos de la industria, caracterizada por el protagonismo de activos subyacentes ligados al consumo y orientada al corto plazo, radica en poder desarrollar segmentos ligados a la economía real que amplíen el horizonte de inversión hacia una mayor duration en las emisiones.

En este sentido, el surgimiento de los préstamos hipotecarios bajo la modalidad UVA podría resultar en el nuevo motor de esta industria, que espera desde el 2001 un crecimiento en la cartera de créditos hipotecarios para securitizar.

Para Puzzolo, el desafío de estructurar fideicomisos en base a créditos hipotecarios con ajuste por UVA pasa actualmente por desarrollar al inversor que demande estos productos. “Los principales inversores institucionales, los fondos comunes de inversión, administran carteras sesgadas al corto plazo donde se destacan los instrumentos de renta fija con duration menor a seis meses”.

De acuerdo a la especialista, “en la medida en que se estabilicen las variables macroeconómicas, permitiendo que la curva de moneda local de largo plazo se profundice y gane diversidad de instrumentos, al tiempo que aparezcan incentivos para el ahorro de largo plazo, como por ejemplo fondos comunes de inversión orientados al ahorro previsional, se podrá pensar en este tipo de fideicomisos”.

Desde el lado de la originación de las carteras, Capdevila sostuvo que aún no se observa una necesidad marcada por parte de los bancos para fondearse: “Todavía estamos en una etapa de consolidación en la originación de los créditos. Los bancos están teniendo el fondeo a través de los depósitos a plazo o la emisión de obligaciones negociables y con eso están creciendo. Lo que falta y que pide el mercado para que esto se traduzca en un apalancamiento y en un crecimiento mayor es que se produzca la securitización de estas carteras y que el crédito fluya”.

Puzzolo destacó que la posibilidad de que las distintas entidades financieras recurran a los FF es cierta y desde su entidad ya se encuentran evaluando la posibilidad de llevar adelante las titularizaciones. “Es evidente que el crecimiento en la originación de créditos hipotecarios llevará a la necesidad de que las entidades financieras descarguen sus carteras activas en este tipo de productos del mercado de capitales. Actualmente la compañía se encuentra analizando su securitización, especialmente los aspectos vinculados a los índices de morosidad esperados y la posibilidad de colocar un papel en pesos a un plazo mayor a los 10 años, inédito en el mercado de fideicomisos argentino”, añadió.

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La apuesta por la construcción y la obra pública

Los entrevistados también destacaron los efectos que el sinceramiento fiscal podría tener sobre el sector inmobiliario, apuntalando la construcción y fortaleciendo la industria de FF.

Puzzolo señaló que es de esperar que los fideicomisos de construcción, que han tenido un marcado desarrollo en el sector privado y prácticamente nula participación en el mercado de capitales, comiencen a desarrollarse, captando los fondos introducidos a partir del sinceramiento fiscal.

Otro de los segmentos que genera interés en el mercado de FF es la obra pública, uno de los principales motores de la tímida recuperación que viene registrando la economía.

Desde Rosfid aseguraron que “en lo que va del año hemos detectado un incremento en las consultas de financiamiento del sector público y de la construcción. En relación al primer punto, se destacan los esquemas asociativos público-privados, en dónde los adjudicatarios de obras públicas aportan también financiamiento del público inversor”.

Respecto a la obra pública, Capdevila aseguró que podría ser otro de los segmentos con potencialidad para dinamizar la industria: “Un rubro que tendría que fluir en lo que queda del año y en el que viene es el de instrumentos para el financiamiento de la obra pública, quizás no tanto a nivel de la Nación, sino a nivel de provincias y municipios. Eso debería motorizar las securitizaciones, porque la obra pública debería crecer sistemáticamente. La hipoteca y la obra pública deberían ser el motor de los fideicomisos adicionalmente al consumo, que lo vamos a seguir teniendo”.

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