Solo el 2% de los bonos verdes se emiten en América Latina
Las finanzas sostenibles y los bonos verdes son claves para resolver la falta de financiamiento necesario para contrarrestar el cambio climático.
Bonos verdes: plantita sobre pílas de monedas

9 Ago, 2022

El conversatorio virtual Hacia las finanzas sostenibles en Argentina, Bolivia y Paraguay tuvo al financiamiento y a los bonos verdes como eje de la discusión.

El evento organizado por el capítulo argentino de la Cámara de Comercio Internacional (ICC, por sus siglas en inglés), institución presidida por la Cámara Argentina de Comercio (CAC), junto con ICC Paraguay e ICC Bolivia, contó con la participación los representantes de las comisiones de Ambiente y Energía de ICC en sus respectivos países.

Los representantes principales fueron Pablo Cortinez (Argentina), Gabriela Melgarejo (Paraguay) y Mario Ballivian (Bolivia), mientras que la moderación estuvo a cargo de Nelson Illescas, presidente de esa comisión en Argentina.

Cortinez fue el primero en abrir el debate con una introducción a las finanzas sostenibles en Latinoamérica. En ese sentido, el especialista destacó dos hechos clave para el desarrollo del financiamiento y las políticas climáticas: el lanzamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la firma del Acuerdo de París.

Se observan tendencias en el sector corporativo que tomó compromisos hacia la descarbonización en base a las nuevas exigencias definidas en los ODS, pero también en base a los cambios en los usos y costumbres.

La financiación para acelerar la lucha contra el cambio climático es fundamental, sobre todo para los países en desarrollo donde falta fondeo. Ante esta brecha en términos de financiación, el sector financiero incorporó criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) en su gestión y reaccionó con una serie de iniciativas.

Bonos temáticos

“Los bonos temáticos son los más conocidos, pero aparecen otras iniciativas relacionadas con project finance: índices de sustentabilidad, mercado de capitales, apertura de información vinculada al cambio climático con los inversores responsables, con los reguladores del mercado financiero, con el sector de seguros como principal inversor institucional y con otros actores que componen este microsistema de finanzas sostenibles”, explicó Cortinez.

Además, agregó, se observan tendencias en el sector corporativo que tomó compromisos hacia la descarbonización en base a las nuevas exigencias definidas en los ODS, pero también en base a los cambios en los usos y costumbres.

árbol sobre pila de monedas

Pese a que en los últimos años los bonos verdes han tomado relevancia a nivel global, el especialista destacó que en América Latina solo representan el 2% de la emisión mundial. “Esto pone de manifiesto que existe una gran capacidad ociosa de necesidades de fondeo que tiene que ser complementada”.

Experiencia regulatoria

Por su parte, Melgarejo, de ICC Paraguay, habló de la experiencia regulatoria de las finanzas sostenibles en su país. En ese sentido, explicó que cuentan con una guía de riesgos ambientales y sociales para buenas prácticas, sugerida por el Banco Central, y una mesa de finanzas sostenibles integrada por 18 instituciones financieras desde el 2013.

La especialista explicó que Paraguay estudia la naturaleza jurídica de los mercados voluntario y mercado obligatorio de créditos de carbono. Se prevé que a nivel mundial el comercio de estos créditos aumente considerablemente a consecuencia del esfuerzo que se está realizando por reducir las emisiones en todos los niveles de la actividad económica, sobre todo en la cadena de suministro de fabricación y de transporte.

A medida que el mercado voluntario de carbono se incrementa, es necesario que esté apoyado en una base legal sólida para mejorar su funcionamiento y para que transmita la seguridad jurídica que se necesita.

“Es importante poder unificar en las distintas jurisdicciones, y a nivel mundial, la naturaleza jurídica de los créditos de carbono. Los obligatorios nacen como resultado de los compromisos individuales de los Estados, se crean por ley y están regulados. A diferencia de los programas de mercado voluntarios, en los que existe una demanda muy alta por parte de entidades que no están obligadas y, por tanto, no están sujetas a supervisión de autoridad”.

Y agregó que a medida que el mercado voluntario de carbono se incrementa, es necesario que esté apoyado en una base legal sólida para mejorar su funcionamiento y para que transmita la seguridad jurídica que se necesita.

Agente catalizador

Por último, Ballivian trazó un panorama de las finanzas sostenibles en Bolivia y destacó que existe consenso en torno a la idea sostenibilidad en base a criterios ESG y la nueva forma de enfocar el tema requiere un cambio cultural acorde a la coyuntura.

Entre los principales desafíos, el experto destacó: el cambio climático, la contaminación ambiental, la pobreza, los incendios forestales, sequías y la desaceleración de las industrias extractivas.

“El sector financiero se convierte en un factor fundamental como agente canalizador para afrontar estos retos”, enfatizó.

En ese sentido, Bolivia conformó una mesa de finanzas sostenibles y encara acciones complementarias como el desarrollo de programas concretos para la reducción de la huella de carbono y capacitaciones.

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