Solo el 50% de las aseguradoras a nivel global son rentables
El sector asegurador a nivel global muestra caídas marcadas en la rentabilidad. Sin embargo, en 2021 habría empezado a registrarse una recuperación.
aseguradoras

7 Mar, 2022

En los últimos quince años se viene reduciendo la rentabilidad de las compañías de seguros a tal punto que, en la actualidad, solo el 50% de las aseguradoras son rentables, según revela el Informe Global de Seguros 2022 elaborado por la consultora McKinsey & Company.

Esto se debe, principalmente, a la persistencia de las tasas de interés bajas, las presiones sobre los precios y la desaceleración de la demanda de los clientes, especialmente en el sector de seguros de vida en Europa y Estados Unidos.

En 2020, el crecimiento de las primas se desaceleró, aproximadamente, un 1,2%, tras una expansión de más del 4% anual entre 2010 y 2020.

Como consecuencia de esto, las ganancias cayeron alrededor de un 15% desde 2019. La disminución fue más pronunciada en Asia-Pacífico (un 36% menos) y fue impulsada, particularmente, por la caída de las ganancias en las pólizas de seguros de vida.

A esto se suma que, con la pandemia, se incrementó el peso de las “megaaseguradoras”: el 10% de las empresas más importantes acaparan el 80% de las ganancias.

Datos para una recuperación

El sector está al borde de un cambio de paradigma y las aseguradoras se enfrentan a cuestiones estratégicas fundamentales. Anticiparse a las tendencias emergentes y prepararse para ellas es más importante que nunca”, afirmó Rui Neves, socio senior de McKinsey.

Los datos preliminares de la consultora indican que el crecimiento de las primas y de las ganancias comenzó a recuperarse en 2021, especialmente en las regiones donde el avance de la vacunación hizo posible que se retomaran muchas actividades que se habían interrumpido durante el primer año de la pandemia.

De aquí en más, McKinsey & Company anticipa “vientos en contra en el crecimiento de los ingresos” de las aseguradoras. Y describe tres factores estructurales que desafían a la industria.

El primero es la persistencia de las tasas de interés bajas, que presionan sobre negocios basados en diferenciales, como los seguros de vida. A esto se suman las presiones de precios impulsadas por la transparencia de las tarifas y la competencia, más el impacto de los ataques digitales.

El tercer factor es que “la demanda orgánica está creciendo lentamente en mercados maduros”, apunta la consultora.

Esto último es particularmente preocupante, ya que el crecimiento en las economías desarrolladas proviene, principalmente, de aumentos de precios más que del volumen o de nuevos riesgos cubiertos, lo que pone de relieve el riesgo de que la industria pierda relevancia con el tiempo.

El papel de las insurtechs

El costado positivo para el sector viene por el lado de las insurtechs, que están impulsando la innovación digital y la disrupción en la industria.

A nivel global, las inversiones de las insurtechs pasaron de 1.000 millones de dólares en 2004 a 7.200 millones en 2019 y a 14.600 millones de dólares en 2021.

Más del 40% de las insurtechs están enfocadas en los segmentos de marketing y distribución de la cadena de valor de seguros, lo que les permite resolver los puntos débiles del segmento tradicional a través de una mejor experiencia digital para el cliente.

El sector también se enfrenta a una limitada mejora de la productividad. “Aunque muchas aseguradoras han emprendido programas de ahorro de costos, los resultados agregados no han sido fructíferos”, asegura McKinsey & Company.

Las mejoras de productividad en toda la industria han sido limitadas: entre 2014 y 2019, los índices de gastos cayeron solo para el 45% de las compañías globales de seguros generales (con variaciones importantes entre regiones).

“Ese es un resultado decepcionante para una industria que ha comunicado tanto sobre la necesidad de mejoras en la productividad. Como resultado de estos desafíos de larga data, la ganancia económica, es decir, la ganancia después del costo de capital, en la industria de seguros está prácticamente paralizada”.

Por otro lado, en el informe se enumeran diversas acciones que ayudarían a las aseguradoras en este contexto: avanzar en temas medioambientales y sociales, innovar en productos y coberturas de nuevos riesgos y mejorar la experiencia del cliente, entre otras.

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