La responsabilidad social, clave en las decisiones de compra
¿Qué medidas están tomando bancos y compañías para mejorar sus políticas de sustentabilidad? Cada vez son más las empresas que comprendieron que las políticas de sustentabilidad y la responsabilidad social que mantienen, son elementos clave a la hora de generar una mejor imagen y proyección positiva hacia sus potenciales clientes. Para ello, están llevando adelante […]

22 Ago, 2018

¿Qué medidas están tomando bancos y compañías para mejorar sus políticas de sustentabilidad?

Cada vez son más las empresas que comprendieron que las políticas de sustentabilidad y la responsabilidad social que mantienen, son elementos clave a la hora de generar una mejor imagen y proyección positiva hacia sus potenciales clientes. Para ello, están llevando adelante políticas que en muchos casos no sólo contribuyen con el medioambiente sino que también generan nuevas oportunidades de negocio.

Desde que Mauricio Macri asumió la Presidencia hizo foco en la lucha contra el cambio climático y en el impulso a las energías renovables. Como parte de esa política, recientemente la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) puso en marcha la iniciativa Seguro Verde, un programa optativo que implica que las compañías aporten el 1% del valor de cada póliza de autos, motos y camiones (siempre que sean vehículos que emanan gases a la atmósfera) a un fondo que promueva la forestación.

Fuentes de la SSN explicaron que el Seguro Verde surgió como parte del plan de modernización del organismo que se instrumentó desde la llegada de Juan Pazo a la conducción del mismo. Así, apuntan a llevar la sustentabilidad a la agenda de la industria aseguradora.

El ente regulador ya había instrumentado la póliza online, que se empezó a utilizar en los seguros de autos, motos y camiones (que suman 11.300.000 clientes en todo el país). “Al pasar a la póliza online, se generan varios beneficios. Por un lado, un control mejor, mayor y más efectivo desde el Estado. Por otra parte, se suma transparencia. Además, el plan de modernización tiende a simplificar procesos y actualizar los controles: es más amigable y ágil para la vida de los ciudadanos, que van a poder mostrar que la póliza está vigente desde su teléfono celular. A la vez, los controles policiales van a poder chequear la póliza según la patente del vehículo. Se está trabajando en esto con el Ministerio de Modernización para integrarlo a la aplicación Mi Argentina”, dijeron en la SSN.

Asimismo, destacaron que, “con la póliza online, se genera un ahorro en impresión, armado, envío y archivo de la póliza física. A partir de esa baja de costos, nació la idea de que las compañías de seguros hagan un aporte voluntario para el cuidado del medioambiente, con el objetivo de reducir la huella de carbono del sector y así demostrar que las compañías son socialmente responsables”.

Como resultado de esto, se creó Seguro Verde, para que las compañías puedan contribuir al fondo creado por la Ley N.º 25.080 de promoción forestal, que promueve las plantaciones y la reforestación de bosques nativos. Además, la iniciativa colabora con el cumplimiento del acuerdo ONU-FAO suscripto por Argentina, que propone pasar de 1,3 millones de hectáreas forestadas en la actualidad a 2 millones en 2030.

“Las plantaciones se realizarán en todo el país. Si bien el NEA es una de las zonas más beneficiadas, también estuvimos en Tierra del Fuego y la gobernadora Rosana Bertone estuvo muy interesada. Estimamos que se crearán más de 100.000 puestos de trabajo de manera directa, gente que se empleará en la plantación, el transporte, la logística y la producción, entre otras actividades”, afirmaron en el organismo.

Una porción de lo recaudado por Seguro Verde se destinará a campañas de concientización sobre el cuidado del medioambiente y la importancia de los seguros. “Se está formando un comité con representantes de los ministerios de Agroindustria y Medioambiente, la SSN, la Asociación Forestal Argentina (AFOA) y un representante de cada compañía que esté en el área de marketing y comunicación. La idea es generar mesas de trabajo para hacer campañas sobre Seguro Verde y también para incrementar la conciencia aseguradora. Es un grupo de trabajo público-privado que, en algún punto, buscará que el seguro se transforme en un servicio que las personas elijan pagar”, destacaron.

En el organismo rector del sector asegurador confirmaron que, si bien la adhesión a Seguro Verde es optativa, cerca de la mitad del mercado ya se sumó. “Federación Patronal, San Cristóbal, Sancor, La Segunda, SMG, Zurich, Nación, Paraná, Triunfo, Boston, Cooperación, Segurometal e Instituto del Seguro de Entre Ríos ya acompañan la iniciativa. Desde el punto de vista de las aseguradoras, hay que tener en cuenta que los efectos del cambio climático multiplican los escenarios de riesgos. Si tenemos un ambiente más sano, habrá menos siniestros por el cambio climático”, agregaron en la superintendencia.

El próximo paso del organismo es sumar a los productores asesores: “Queremos incluirlos porque son una fuerza comercial con 25.000 a 30.000 puntos de venta en todo el país. Por eso, hicimos un acuerdo con la Federación de Asociaciones de Productores Asesores de Seguros de Argentina (FAPASA) para que ellos promuevan el Seguro Verde a conciencia, es decir que, a igual precio, le cuenten al potencial asegurado que contratando la póliza con una compañía que forme parte de la iniciativa Seguro Verde, contribuye con el medioambiente”.

Más allá del actual impulso de la SSN hacia la agenda de sustentabilidad, varias compañías del sector ya habían puesto en marcha políticas de este tipo. Una de las más avanzadas en este sentido es Sancor, que desde hace 13 años tiene iniciativas en este ámbito. Su gerente de RSE, Betina Azugna, enumeró los 4 pilares de la estrategia de la compañía: “El primer eje es el uso sostenible de los recursos, bajo el cual tratamos de que todos nuestros edificios cuiden los aspectos del medioambiente. El edificio de nuestra casa central en Sunchales tiene una certificación LEED Plata. Posee un sistema que va coordinando el ingreso de luz natural, el uso de aires acondicionados, ventanas y cortinas, para que siempre se conserve la misma temperatura sin exceso de consumo, entre otras cuestiones”.

“El segundo eje –continuó la directiva– se relaciona con la conformidad ambiental de productos y servicios y tiene que ver con la migración hacia las pólizas electrónicas. En el último ejercicio logramos 42% de adhesión de la póliza digital y redujimos en más de 7 millones las impresiones anuales. La tercera estrategia se enfoca en la prevención de la contaminación: medimos la energía eléctrica, el agua y el gas que usamos. Asimismo, separamos residuos orgánicos y reciclables y trabajamos con aliados estratégicos, como la fundación Garrahan, la cooperativa El Ceibo, la Municipalidad de Rosario, el Hospital de Niños Víctor Vilela (Rosario), las cooperativas de recicladores de Río Negro y la Cooperativa Cura (Mar del Plata). Finalmente, como cuarto eje también tratamos de adaptarnos a los cambios meteorológicos y trabajamos en estrategias para minimizar la incertidumbre climática en el agro”.

La Caja, por su parte, creó en 2002 la gerencia de Empleos, Clima Organizacional y RSE. Su titular, Carla Ponce, comentó algunas de las iniciativas que la compañía lleva adelante en este ámbito: “Un tema importante es el manejo de residuos. Tenemos 69 sucursales más una casa central donde hay 1.100 personas trabajando. Empoderamos a cada sucursal para que busquen recicladores en su zona y hagan acuerdos para entregarles los residuos que se separan”.

La ejecutiva añadió que, “por otro lado, estamos en medio de la campaña paperless. Redujimos notablemente la cantidad de papel que se imprime y estamos ofreciendo las pólizas vía e-mail. Otro eje muy fuerte es la movilidad sustentable: promovemos el uso de las bicicletas, organizamos bicicleteadas, participamos del Foro de Seguridad Vial Sustentable e impulsamos el carpooling corporativo a través de una plataforma de Mercedes Benz que se llama Teneslugar.com. Así, buscamos que los empleados compartan el auto para venir a trabajar. Si bien cuesta lograrlo, hicimos sorteos y les cedimos lugares en el estacionamiento para incentivarlos”.

Un problema ecológico importante en las compañías de seguros es cómo se disponen los vehículos y artefactos siniestrados sobre los que se declara “destrucción total”. Tanto Sancor como La Caja se ocupan activamente de estos residuos.

“Tenemos un convenio con Cesvi, que desarma legalmente todos los autos. Se venden los repuestos y todo lo demás se recicla. Tenemos la trazabilidad y sabemos a dónde va cada residuo, desde la industria de acero hasta los neumáticos que se usan para hacer pasto de canchas de fútbol. En el caso de los electrodomésticos recuperados de seguros combinados familiares, en Mendoza, por ejemplo, se le dan a una escuela técnica donde los alumnos los reparan y los donan a instituciones que los necesitan a través del Rotary Club”, señaló Azugna.

Ponce, por su parte, comentó que “en 2009 se tomó la decisión de invertir en una compresora de autos propia. Tenemos un depósito ubicado en San Martín donde comprimimos los vehículos y los vendemos como metal. Es una fuente de dinero extra para la compañía”.

Los bancos también se suman

Las entidades financieras también están orientándose cada vez más hacia el cuidado del medioambiente.

Es el caso, por ejemplo, del BBVA Francés. Rubén Lauriente, su gerente de Administración de Inmuebles y Servicing, indicó que “la gestión ambiental es un compromiso estratégico y forma parte de nuestros valores. En el banco tenemos la mayor red de sucursales y edificios certificados bajo la norma ISO 14001 (sistema de gestión ambiental) en Argentina. Son 94 sucursales y en 2018 vamos por 123. Esto incluye monitorear la eficiencia energética, el consumo de agua, el reciclado de materiales y el manejo de desperdicios, además de una serie de procedimientos internos en cuanto a eficiencia energética y uso de combustible”.

El ejecutivo también hizo referencia a la certificación de Liderazgo en Gestión Ambiental y Eficiencia Energética (LEED, categoría Oro) que obtuvo la Torre BBVA y agregó: “En toda nuestra red buscamos ser eficientes. Por otro lado, contamos con programas de reciclado, de gestión de residuos peligrosos y de separación en origen de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos. Asimismo, invertimos en el recambio de dispositivos de iluminación por led y el control del consumo de los equipos de aire acondicionado”.

A su vez, desde Banco Macro, la gerente de Relaciones Institucionales, Milagro Medrano, destacó la nueva torre de la entidad en la ciudad de Buenos Aires que están próximos a inaugurar y que contará con certificación LEED. “El edificio tiene una estructura que permite aprovechar al máximo los recursos como la energía y el agua. Además, no contiene elementos inalámbricos, por lo que no se utilizarán pilas, y contempla un espacio de estacionamiento de bicicletas y otro especial para autos eléctricos”, dijo.

La directiva destacó también la adquisición de materiales a proveedores responsables, la implementación del legajo digital para la banca empresas, el fomento al uso de las bicicletas y la gestión de residuos, con campañas de reciclado de papel junto a la Fundación Garrahan, y de elementos electrónicos en desuso, a través de circuitos de descarte respetuosos con el ambiente.

Asimismo, Medrano agregó que el banco cuenta desde 2016 con un sistema de generación de energía solar fotovoltaica en el centro de atención al cliente ubicado en el Fisherton Plaza Chic Mall de Rosario. “Este equipamiento posibilitó al centro autoabastecerse de energía durante los 365 días del año, brindar un mejor servicio de atención a los clientes y contribuir al cuidado ambiental”, resaltó.

Una tendencia en ascenso

Todos los entrevistados se mostraron convencidos de que la conciencia sobre los daños ambientales llegó para quedarse y saben que será necesario que sus políticas de sustentabilidad estén a la altura del desafío que se les plantea.

Así lo ven en la SSN: “A los más jóvenes no les importa gastar un poco más si es en un producto ecológico. Queremos que las compañías entiendan que hay una generación que compra este tipo de servicios mucho más rápido. Además, la sustentabilidad es un temario positivo para un sector como los seguros, siempre asociado a la agenda negativa de los riesgos”.

En línea con lo señalado desde el organismo, Azugna destacó que “va a haber un momento en el que no va a haber otro camino más allá de la sustentabilidad. El nuevo cliente va a pedirlo y no van a poder estar en el mercado aquellos que no sean sustentables. Hay una generación más solidaria y preocupada por el medioambiente, menos consumista y más partidaria de la economía colaborativa”.

Ponce coincidió con su colega: “Los adolescentes tienen la sustentabilidad en los genes. Ellos no van a comprarle a una compañía que no cuide el ambiente. Es parte de la decisión de compra. Las nuevas generaciones tienen mucha conciencia sobre qué planeta están recibiendo”.

En la misma sintonía, Medrano señaló que “el sector privado es consciente del impacto que genera en el ambiente y sabe que debe ser protagonista del cambio junto con los otros actores sociales. Además, los grupos de interés les demandan a las empresas esta participación activa. Es el caso, por ejemplo, de los empleados, que quieren trabajar en ambientes saludables y en organizaciones comprometidas, y de los consumidores, que cada año superan los volúmenes de compras de productos ambientalmente responsables”.

Para Lauriente, en tanto, “el cambio climático, la contaminación ambiental y el agotamiento de recursos hicieron que todas las empresas deban ajustarse a la sustentabilidad. Las nuevas generaciones son más conscientes y nadie quiere quedar pegado a una empresa que hace las cosas mal e impacta en el ambiente”.

“El sector financiero está ajustándose a estos cambios y no alcanza sólo con un compromiso teórico sino que se deben desarrollar políticas, objetivos, metas e indicadores y, sobre la cuantificación de resultados, hacer mejoras y mitigar los impactos de nuestras actividades y procesos”, remarcó.

Para demostrar su compromiso medioambiental, las empresas optan por calificar para certificaciones internacionales y someterse a auditorías donde se miden indicadores ambientales. Una de las más comunes para las sedes corporativas es la Leadership in Energy & Environmental Design (LEED), un sistema de certificación de edificios sostenibles desarrollado por el Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos (US Green Building Council) desde 1993. Otra alternativa que usan las empresas es la medición de la huella de carbono, que controla la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos directa o indirectamente por la organización y sus productos.

El norte a seguir

Los voceros acordaron en que las compañías de seguros y los bancos locales están trabajando decididamente en la sustentabilidad. Ese avance también estuvo impulsado por la adhesión del país a los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU, que hacen fuerte hincapié en la cuestión climática.

En ese contexto, el modelo europeo se erige como el norte a seguir. Dado que BBVA es una empresa de origen español, Lauriente hizo referencia a las iniciativas de sustentabilidad de aquel país: “El gap más fuerte que tenemos con respecto a España es el energético. Ellos han tenido una política gubernamental de impulso para instalar parques eólicos. Hay una inversión importante en montar esos aparatos para luego inyectar la energía a la red. Para ello, el gobierno les otorgó créditos a tasas preferenciales e incentivos fiscales. En 2025, el 100% de las sucursales del grupo en España va a ser abastecido con energía renovable. Hoy, están en torno al 90%”.

Sancor, en tanto, participa en un Comité de Inteligencia de la Federación Internacional de Cooperativas de Seguros y desde allí monitorea los avances de las empresas colegas en el mundo. “Seguimos a Unipol, que es la aseguradora número uno de Europa. Todos sus edificios son LEED Platinum, tienen un programa de adaptación al cambio climático para pymes, brindan cobertura para cambio climático y hacen numerosos ahorros, por ejemplo, usando telemática en los seguros de autos”, contó Azugna.

Medrano, por su parte, indicó que “los bancos multilaterales y los fondos de inversión siguen este camino e invierten en acciones vinculadas con temas ambientales con un crecimiento exponencial. Por ejemplo, el Banco Mundial destinó el 32% del financiamiento a proyectos climáticos, excediendo el objetivo propuesto del 28% de su volumen de préstamos”.

A nivel gubernamental, la digitalización de las pólizas y el Seguro Verde son algunas de las primeras medidas que apuntan hacia la sustentabilidad. “Todo lo que se pueda hacer como actor privado siempre tiene que estar de la mano de lo estatal, porque brinda escalabilidad, marco regulatorio, ordena y, de alguna manera, obliga. Es impensable la sustentabilidad sin la participación del sector privado, el Gobierno y el tercer sector”, enfatizó Ponce.

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