Un mayor crecimiento del mercado de capitales
Los especialistas consideran que en un entorno de mayor libertad económica, integración con el mundo y estabilidad de las principales variables macroeconómicas se dan las condiciones para que el mercado de capitales local entre en un período de fuerte expansión. Tras una década colmada de litigios con los acreedores que no aceptaron las condiciones de […]

1 Abr, 2016

Los especialistas consideran que en un entorno de mayor libertad económica, integración con el mundo y estabilidad de las principales variables macroeconómicas se dan las condiciones para que el mercado de capitales local entre en un período de fuerte expansión.

Tras una década colmada de litigios con los acreedores que no aceptaron las condiciones de los canjes de la deuda pública, el gobierno actual tendrá en sus manos la posibilidad de impulsar el crecimiento del mercado de capitales local, que desde hace años muestra un reducido grado de desarrollo en comparación con otras economías de la región.

La salida del default –que impidió al país obtener financiamiento externo a tasas atractivas– favorecerá el crecimiento de la economía, de la mano de mayores inversiones, coinciden los especialistas y, en este contexto, el mercado de capitales encontrará grandes oportunidades de expansión, tanto con emisiones de capital como de deuda.

Desde el mercado señalan que el sector financiero presenta buenas perspectivas por estar vinculado al crecimiento económico, además de tener altos niveles de liquidez y capitalización. Esto le permitirá aprovechar los efectos positivos de la reinserción de Argentina en el mundo financiero.

Mientras que los sectores energéticos y de infraestructura se perfilan como los principales receptores de la masa de capitales, el sector bancario estará preparado para crecer, dado el bajo nivel de financiamiento en el país y las métricas de capitalización regulatorias actuales, que proporcionan espacio para mayores préstamos, según sostiene un informe de Standard and Poor’s (S&P).

Las posibilidades de expansión del mercado local se pueden identificar comparando su nivel de desarrollo con el que presentan otros países de la región. Por ejemplo, de acuerdo a datos de la firma Consultatio, en 2015 la oferta de IPO (Initial Public Offerings) de acciones como porcentaje del PBI fue de 0,03% en Argentina, en tanto que alcanzó el 0,21% en Brasil, el 0,18% en Chile y el 0,37% en México.

También en relación con el volumen de dinero administrado por los fondos comunes de inversión como porcentaje del PBI, según las cifras de la entidad, nuestro país se encuentra en los niveles más bajos de la región, con apenas el 3%. Colombia refleja un 6%, México, un 7% y Perú, un 4%.

Estos parámetros muestran los niveles que puede alcanzar el mercado local en pocos años. De acuerdo a Cristian López, CEO de la institución: “debería duplicarse el tamaño de la plata administrada” y que agregó que el desarrollo de países como Chile (17%) y Brasil (101%) reflejan las grandes posibilidades de crecimiento que tiene por delante el país en el largo plazo.

Otro rubro en el que la Argentina se encuentra lejos de los países de la región es la capitalización de mercado de las empresas cotizantes sobre el PBI. Mientras en nuestro país esta cifra alcanza apenas el 11%, en Brasil llega al 36%, en México, al 37% y en Colombia y Perú, al 39%. El caso de Chile se encuentra muy alejado, con un nivel de 90%, por la participación de las administradoras de fondos de pensiones, un actor que ya no forma parte del mercado de capitales local. El potencial de crecimiento en este caso podría multiplicarse por tres o cuatro veces, estima López.

Asimismo, el volumen de operaciones con acciones anual como porcentaje del PBI es casi nulo en nuestro país en relación con los del resto de la región, de apenas 1%, contra el 6% en Colombia, el 11% en México y Chile, y el 28% en Brasil.

Las métricas sobre el tamaño del sistema financiero argentino en relación con el PBI también se encuentran en niveles muy bajos comparados con el resto de los países de América Latina. Por ejemplo, en 2014 el crédito al sector privado local en relación con el PBI marcó un 16%, mientras que en Colombia fue de 44%, 53% en Brasil y 76% en Chile.

López destacó que “cuando uno analiza las métricas contra el PBI puede ver que en los últimos doce años de aislamiento se redujo al mercado de capitales a su mínima expresión como dinamizador de la economía. Ahora, las expectativas están puestas, por lo menos, en que Argentina alcance los niveles de Colombia y Perú”.

Para el ejecutivo, la Argentina volvió a estar en el mapa de los inversores pero las decisiones de concretar los planes de inversión vendrán una vez que empiecen a verse los resultados positivos del programa económico en relación con la inflación –que comenzará a desacelerarse en el segundo semestre, según sus estimaciones– el empleo y el crecimiento.

Gustavo Neffa, socio-director de Research for Traders, señaló que, en términos generales, el crecimiento del peso del sector financiero en la economía local dependerá de los inversores extranjeros, de la nota recibida por parte de las calificadoras de riesgo y de la vuelta a ser un país emergente en lugar de mercado de frontera para la renta variable: “JP Morgan ya le hizo un upgrade al país en su cartera de bonos emergentes, pasando a ponderar más. Eso obliga a que muchos inversores extranjeros nos elijan para no quedar afuera de tasas de retorno aún muy elevadas, tomando en cuenta nuestros pares de la región. El mercado de bonos es y seguirá siendo el destino de la inversión, más aun con un fuerte crecimiento de emisiones internacionales. Eso ayudará a construir la curva con más alternativas”.

“La salida del default le posibilitará a las compañías emitir deuda a tasas razonables en el exterior. Permitirá al país recibir 30.000 millones de dólares, lo que beneficiará a las empresas privadas por años. Este proceso permitirá financiar las obras que se requieren y, además, va a motorizar el mercado local. Con esta libertad, vuelve a haber un circuito de ingreso de divisas. Arreglado el default, el mundo debería estar ávido por activos argentinos”, enfatizó el ejecutivo.

Por su parte, Horacio Aguilar, director de Capital Markets & Corporate Finance de Puente, enfatizó que “las expectativas son muy positivas. El mercado de capitales argentino estuvo muy activo, ya que, con ausencia del mercado internacional, hubo compañías que se han financiado en él. Pero ha sido un mercado poco profundo, en cuanto a plazos cortos”.

“Mirando para adelante, con mejores condiciones macroeconómicas, con niveles de inflación más razonables, seguramente el mercado mejorará”, agregó Aguilar. “Veo un potencial muy grande para que haya una mayor profundidad. Los inversores internacionales no han venido al mercado local, limitándolo a compañías y aseguradoras locales, y ahora estamos viendo muchos fondos de afuera interesados en invertir aquí.”

Para el especialista, en la medida en que se estabilicen el tipo de cambio, la inflación y las tasas, el mercado verá emisiones con plazos más razonables, de cinco a diez años. Y agregó que los sectores relacionados con la energía, el petróleo y el gas, junto con el agroindustrial, serán muy beneficiados, puesto que allí está el foco de interés de los inversores.

Una ardua tarea por delante

Si bien el mercado de capitales local presenta un importante potencial viendo los niveles de desarrollo alcanzados en los países de la región, se debe trabajar arduamente para convertir este potencial en una realidad.

José Luis Panero, CEO del Banco Supervielle, señaló, en este sentido, que el mercado de capitales argentino tiene una buena legislación pero carece de compradores estructurales: “los individuos, además, tienen poco conocimiento de las herramientas de inversión, lo que contribuye a que el mercado no gane profundidad. Por otra parte, sin confianza en la moneda, es muy difícil que se desarrolle el mercado de capitales. El Gobierno va a tratar de cuidar la moneda y bajar la inflación y esto va a permitir empezar a avanzar en el cumplimiento de ese objetivo”.

En la misma sintonía, Neffa remarcó que cuando un argentino desea realizar una inversión que considera o cree que es segura opta por ladrillos o dólares. Para el especialista, el desafío del mercado local es desarrollar aún más la aceptación de los fondos comunes de inversión: “la figura del fideicomiso aportó muchísima credibilidad y ha sido muy exitosa en desarrollar un marco legal para proyectos de inversión y que puedan ser comprados por los inversores. Ya, con la apertura de una cuenta de inversión, un comitente puede aventurarse a invertir en activos financieros en forma directa. Ahora es el momento de apuntar a la compra y venta de bonos y acciones en forma genuina y de destinar ese ahorro de los argentinos a instrumentos financieros”.

Para esto, según el ejecutivo, será importante apoyar la educación financiera, aumentar los controles y aprovechar la reforma del mercado de capitales que dio la Ley 26.831 para incentivar la intermediación financiera: “los operadores deben priorizar la transparencia y actuar proactivamente en pos del desarrollo del mercado de capitales, con el apoyo institucional de la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el Mercado de Valores, para incentivar la salida a la bolsa del capital social de las empresas (IPO)”.

Neffa también indicó que todavía resta un arduo trabajo en el ámbito macroeconómico: “el Gobierno ya estableció metas de inflación y de déficit fiscal, a las cuales se suma un mayor grado de transparencia general, que no podrán ser alcanzadas sin el apoyo de dólares del exterior, aunque todo tiene un límite respecto a su sostenibilidad en el tiempo”.

“La volatilidad del tipo de cambio debería estar más acotada a corto plazo, por la llegada de los dólares de la liquidación de la cosecha gruesa, pero las presiones continuarían en el segundo semestre si no se notan resultados concretos en materia de política económica. El Banco Central se encuentra en una cruzada para bajar la inflación y estoy convencido de que el éxito de su pelea contra la suba de los precios es lo que determinará gran parte de la suerte del plan económico, al menos en lo queda de este año”, agregó.

Con respecto al sector bancario, Panero sostuvo que los bancos siempre amplifican lo que sucede en la economía y es de esperar que el sistema financiero crezca por encima de la economía. Es por esto que se invierte primero en los sectores financieros y luego en sectores que llevan más tiempo de captura del crecimiento. Junto a los bancos, los sectores de telecomunicaciones, infraestructura y energético serán claves en esta etapa.

“Consideramos que los bancos estarán sometidos a estrategias de transición y ajuste en 2016 frente al nulo crecimiento del PBI, mientras el Gobierno replantea una serie de políticas económicas. A largo plazo, esperamos que el sector esté preparado para el crecimiento”, analiza S&P. La calificadora además destaca que, para impulsar el crecimiento de los bancos, se necesita una recuperación económica robusta y directrices de inversión más claras.

La agencia remarca que la salida del default facilita el acceso de los bancos a los mercados internacionales de crédito. Sin embargo, el uso de este fondeo podría verse algo limitado, dado que los bancos suelen focalizarse en mantener posiciones calzadas sobre sus balances y realizar préstamos que generen ingresos denominados en dólares, considerando los problemas que experimentaron durante el incumplimiento de Argentina en 2001.

“La dependencia de los bancos del fondeo externo es muy baja, con posiciones netas externas de menos del 1% de los préstamos en todo el sistema, en promedio, en los últimos dos años. Este nivel es significativamente más bajo que antes de la crisis de la deuda en 2002”, agrega la entidad.

Share This