Economía circular: Una nueva forma de producir y consumir
Cada vez más compañías adoptan una vía alternativa para fabricar y consumir que se basa en extender la vida útil de los recursos y productos.
economía circular

17 Feb, 2022

Los métodos de producción y consumo por muchos años fueron pensados según un esquema en el cual se extraen recursos naturales para generar los productos que, luego, son desechados cuando llegan al fin de su vida útil. En este esquema, los recursos naturales pasan de productos a basura que no puede ser reutilizada o recuperada.

Sin embargo, en los últimos años, se comenzó a utilizar cada vez más el concepto de economía circular. El impulso que tomó en el último tiempo, se debe a la mayor conciencia acerca del impacto de los procesos productivos en el ambiente y la salud. Y, finalmente, planteó una forma alternativa de fabricar y consumir basada en extender la vida útil de los recursos y productos.

Reutilización en el ciclo productivo

Según Verónica Ramos, directora ejecutiva de Ecoplas, en la economía circular “los recursos se utilizan el máximo tiempo posible, se extrae de ellos el valor más alto mientras están en uso, y después se recuperan para transformarlos en materia prima que se regenera en nuevos productos finales”. Bajo este sistema, se trabaja en el diseño y la producción, la reutilización, la reparación, la recuperación y el reciclado. Asimismo, se fomenta un uso responsable y la disposición adecuada de los residuos.

“La economía circular busca cambiar la mirada en el modelo de negocios: que las ganancias no sean solamente por colocar más productos en el mercado, sino pensar que esos productos duren más. Además, incorpora modelos de negocio basados en servicios”, agrega Nadia Mazzeo, responsable de Economía Circular y Gestión de Residuos Sólidos en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

Transición al modelo circular

La empresa Philips es un ejemplo de cómo se puede innovar en el modelo de negocio pasando de uno basado en productos a otro basado en servicios. En Europa, la compañía ya no solo vende el equipo de luminaria, sino que, además, ofrece un servicio en el que la empresa se hace cargo de la instalación, la reparación, el mantenimiento y luego se ocupa de las lámparas cuando no funcionan más.

Para una empresa que está empezando puede resultar más sencillo establecer una producción circular. Sin embargo, para empresas que llevan más tiempo produciendo puede ser un desafío realizar la transición de un modelo a otro.

Para Agustina Besada, cofundadora de Unplastify y directora de Economía Circular en Asociación Sustentar, realizar un cambio integral en el sistema de producción de una empresa precisa inversión, tanto a nivel tecnológico como de capacitación y rediseño del sistema. Sin embargo, señala: “El costo de innovar termina siendo el costo de cambiar. Esto requiere de tiempo, foco y de arriesgarse a probar”.

Uno de los desafíos de este modelo, según Nadia Mazzeo, es logístico, porque existen grandes distancias entre los lugares donde se generan los residuos, que pueden ser pueblos o ciudades, y las plantas de reciclado, mayormente situadas fuera de las grandes urbes.
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Regulaciones e incentivos

A nivel regulatorio, en noviembre del año pasado, la Ciudad de Buenos Aires sancionó una ley cuyo objetivo es establecer los lineamientos para la implementación de la economía circular a través del diseño de una estrategia transversal a todas las áreas de Gobierno.

A su vez, el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación creó el Programa para el Desarrollo de la Economía Circular para fortalecer la capacidad productiva y de agregado de valor de las cooperativas y pymes dedicadas a la recuperación de materiales.

Si bien hubo avances, todavía no es suficiente. Según Verónica Ramos: “Ante la ausencia de políticas públicas, la industria recicladora plástica está trabajando al 40% de capacidad ociosa por la baja separación de residuos. Podría llegar a dar el doble de empleo si se desarrollara con apoyo de legislaciones, promoción de productos hechos con plástico reciclado y beneficios impositivos”.

Sin embargo, tampoco es necesario limitarse al tratamiento de los residuos. “Actualmente el enfoque sigue centrado en el fin de la vida de los productos. Es importante empezar a enfocar el sistema productivo desde el diseño, para que cada vez sean menos los productos que se desechen, aumente su vida útil y que puedan ser reparados o reciclados”, concluye Mazzeo.

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