Argentina sube la apuesta por los productos orgánicos
Es el tercer país del mundo con mayor superficie sembrada de productos orgánicos después de Australia y China, según datos de la Universidad Austral. Cómo se certifica la trazabilidad.

4 Oct, 2023

La producción orgánica en Argentina se ha convertido en un componente clave de la industria agrícola y pecuaria del país porque promueve alimentos saludables mientras se protege el ambiente y se conservan los recursos naturales.

Además de brindar oportunidades comerciales, la agricultura orgánica se compromete con la protección del ambiente, la biodiversidad y defiende prácticas respetuosas del trato a los animales.

Durante el 2022, la superficie orgánica cosechada creció un 14%; alcanzó un total de 109.987 hectáreas. Esto sostiene la tendencia positiva que muestra esta variable desde hace más de una década.

Según un informe de la Universidad Austral, Argentina es el tercer país del mundo con mayor superficie sembrada de productos orgánicos después de Australia y China.

La región del Noroeste experimentó el mayor crecimiento, mientras que la región Pampeana tuvo una disminución. A nivel provincial nuevamente se destacó el aumento en las provincias de Mendoza, Río Negro y San Juan.

La superficie destinada a la producción ganadera orgánica se mantuvo en, aproximadamente, 3,6 millones de hectáreas, y las exportaciones de productos de origen animal aumentaron un 24%.

De acuerdo con este informe, “la superficie bajo seguimiento orgánico en el país durante el año 2022 fue de 3,9 millones de hectáreas, casi la misma del año anterior. De esta superficie, unos 3,6 millones de hectáreas se dedicaron a la producción ganadera y 290.000 hectáreas correspondieron a superficie destinada a producción vegetal”.

Por su parte, la superficie destinada a la producción ganadera orgánica se mantuvo en, aproximadamente, 3,6 millones de hectáreas, y las exportaciones de productos de origen animal aumentaron un 24%. En ellas se destacaron la recuperación de la miel y el aumento de la lana.

Certificación: el mejor pasaporte

La certificación permite a los productores comercializar sus productos orgánicos en Argentina y en países con requisitos equivalentes, como la Unión Europea y otros. Para obtener la certificación y mostrar el isologotipo orgánico, los productores deben cumplir con la ley N.º 25.127 sobre producción bajo estos estándares.

La certificación abarca productos de origen vegetal y animal, y está dirigida a un amplio espectro de actores del sector agropecuario, incluyendo productores, elaboradores, comercializadores, distribuidores, empacadores, importadores y exportadores.

Aunque la certificación es voluntaria, es necesaria para etiquetar productos como «orgánicos», «biológicos» o «ecológicos». Un inspector verifica la producción y, si se cumple con los requisitos, se emite el certificado orgánico.

Beneficios ambientales

La producción orgánica asume un compromiso con la protección del ambiente y la lucha contra el cambio climático. Evitar el uso de productos químicos sintéticos reduce la contaminación del suelo y del agua y, además, estas prácticas fomentan la retención de carbono en el suelo.

Una de las claves es mantener la fertilidad del suelo a largo plazo. Para eso los productores utilizan prácticas como la rotación de cultivos y la incorporación de materia orgánica, así sus tierras seguirán siendo fértiles y productivas.

Aunque la producción orgánica en Argentina ha experimentado un crecimiento constante, el mercado interno sigue representando una pequeña participación en el consumo de productos orgánicos, ya que representa sólo el 1,3% del volumen certificado en 2022.

«Las llamadas ‘eco-certificaciones’ pueden ser parte de una estrategia de diferenciación clave para las economías regionales a la hora de intentar ganar mercados en el mundo desarrollado, aunque también en los mercados emergentes», explicó Alejandro Arroyo Welbers, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Austral.

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