Más del 40% de las emisiones de dióxido de carbono provienen de los edificios, y el 30% de la energía que generan es desperdiciada. En un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental, la arquitectura sustentable emerge como una respuesta prometedora. Porque no sólo se busca minimizar la huella ecológica, sino también crear espacios habitables, funcionales y agradables basándose en una construcción que maximice la eficiencia energética.

La responsabilidad en el uso de los recursos apunta a seleccionar materiales de construcción de bajo impacto ambiental, con la promoción de la reutilización y la reducción de los desechos de construcción.

Fomentar los desarrollos sustentables

Uno de los casos dentro de esta tendencia es el de HSBC Argentina, que en junio celebró la reinauguración de la Torre Florida, donde funciona su Casa Central Ciudad de Buenos Aires, tras ser totalmente remodelada con una inversión de 25 millones de dólares.

Natacha Moro, directora de Operaciones del banco, destacó el trabajo de la obra, liderada por el estudio BMA y ejecutada por la Constructora Lanusse: “Incorporamos tecnologías para optimizar el uso eficiente de energías, como ascensores inteligentes, de acuerdo a nuestro programa de reducción de la huella de carbono”.

Otra entidad bancaria que está trabajando en esta línea es el Grupo Santander, cuya Torre Corporativa Garay ha obtenido la certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental).

Se espera que durante 2023 haya cuarenta y cinco sucursales de Santander intervenidas con tecnología sustentable para reducir el consumo de energía en un 28% aproximadamente.

El LEED es un sistema de clasificación de edificios sustentables internacional que considera aspectos técnicos y constructivos. La certificación obtenida por este banco es Gold, una de las categorías más altas. “El grupo Santander tiene como compromiso que el para el año 2025 el 100% de la energía que consuma sea de fuentes renovables”, expresó Mariana Manes, responsable de Gestión Ambiental de la compañía.

Asimismo, se espera que durante 2023 haya cuarenta y cinco sucursales intervenidas con tecnología sustentable para reducir el consumo de energía en un 28% aproximadamente.

Certificación LEED

Otro caso destacado es el del Grupo Gire, que también obtuvo la certificación LEED Gold en su edificio corporativo, que para su construcción utilizó un importante porcentaje de materiales reciclados y otros materiales regionales. Este tipo de elecciones promueven la economía local y la disminución de la huella de carbono por la logística.

Además, su cochera tiene espacios reservados para bicicletas y se está trabajando en el rediseño de un espacio para estacionar monopatines eléctricos y seguir fomentando la movilidad sustentable. También instalaron 79 paneles solares en la terraza que evitan alrededor de 17,52 toneladas de CO2 al año, lo que representa lo mismo que plantar 973 árboles.

En cuanto a las sucursales de Rapipago, se está realizando el recambio de las luminarias por luces LED (el 80% de las sucursales propias ya realizaron el cambio) y aires acondicionados comunes por los de tecnología Inverter, que contribuyen a la eficiencia energética.

En el interior del país, la sede del Banco de Corrientes inaugurada en 2021 también obtuvo la certificación LEED, y se convirtió en el primer edificio del noreste argentino (NEA) con este sello. “Esta certificación permite al BanCo ser un emblema de la sustentabilidad en la provincia y estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías y cuidados del medio ambiente, tal como lo promueve el gobernador Gustavo Valdés”, afirmó la contadora Laura Sprovieri, presidente de la institución.

Por su parte, también en esta senda, Globant inauguró este año una de sus oficinas más icónicas y sustentables en Tandil, uno de los primeros con Certificación LEED Platinum. Su construcción estuvo pensada con un diseño sustentable que interpreta el clima para optimizar los recursos naturales y los sistemas de edificación con el fin de minimizar el impacto ambiental de los edificios sobre el medio ambiente y los habitantes.

Aliados estratégicos en la transición

Para llevar adelante estas transformaciones, surgen iniciativas que buscan un interés social y corporativo de triple impacto. Tal es el caso de Desisco +B, una empresa B dedicada al desarrollo inmobiliario.

“Para nosotros la sustentabilidad no es un tema menor. No concebimos otra manera de llevar adelante nuestra actividad”, expresa Sebastian Comandú, director comercial de esta empresa. Su análisis de proyecto busca minimizar todo lo posible el impacto ambiental, considerando los sistemas constructivos, los insumos y la eficiencia en servicios básicos de electricidad, gas y agua.

Otro caso es el Furukawa Solutions, que ofrece cables producidos a partir de la caña de azúcar.

“Una tonelada de resina Green captura 2,5 toneladas de CO2 del medio ambiente, y mitiga los efectos de la emisión de gases tóxicos al medio ambiente. Los cables son 100% reciclables, provocan menos humo y reducen el gasto energético en un 70%”, expresa el ingeniero Lucas Samyn, de Furukawa.