El consumo de carbón en el mundo alcanzó un récord en 2023
El consumo de carbón en el mundo alcanzó un récord este año, después de que se quemaran 8.530 millones de toneladas de este combustible fósil, según informó la Agencia Internacional de la Energía (AIE). La combustión de carbón, tanto para producir energía como para hacer funcionar la industria, es responsable de buena parte de las […]

30 Ene, 2024

El consumo de carbón en el mundo alcanzó un récord este año, después de que se quemaran 8.530 millones de toneladas de este combustible fósil, según informó la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

La combustión de carbón, tanto para producir energía como para hacer funcionar la industria, es responsable de buena parte de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

La AIE destacó la tendencia al alza de su consumo en China, donde aumentó 220 millones de toneladas (4,9%) con respecto al año pasado, y en India, con un incremento de 98 millones (8%). También se quemaron 23 millones de toneladas más en Indonesia, lo que representó un aumento de 11%, según el informe.

En cambio, su uso disminuyó de manera significativa en Europa, con 107 millones de toneladas menos (- 23%), y en Estados Unidos, con una reducción de 95 millones de toneladas (- 21%). El cierre de las centrales de carbón y el menor peso de la industria favorecieron esa tendencia en ambos lugares.

Francia quiere cerrar su última central eléctrica alimentada con carbón en 2027.

Según consignó la agencia AFP, en Alemania, por ejemplo, la mayoría de las centrales deberían cerrar durante los tres próximos años y ser sustituidas por plantas eólicas o solares. Francia, por su parte, quiere cerrar su última central eléctrica alimentada con carbón en 2027.

La AIE reconoce la dificultad de hacer previsiones certeras sobre Rusia, cuarto consumidor mundial de carbón, debido a la guerra de Ucrania.
La buena noticia es que los niveles de 2023 representarán «un pico» en el consumo de carbón, que disminuirá «a partir de 2024», según esta agencia internacional fundada en 1974 en el seno de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

La AIE cuenta con un aumento de las energías renovables en todo el planeta para «llevar el consumo mundial de carbón hacia una trayectoria descendente». A pesar de ello, no se prevé una reducción de su uso en la industria para el futuro inmediato.

Sarajevo, la más contaminada

La capital bosnia, Sarajevo, ha estado envuelta intermitentemente en una neblina tóxica desde inicios de diciembre, y tiene una calidad del aire tan mala que ocupó el primer lugar en una lista de las ciudades más contaminadas del mundo a fines de diciembre.

La empresa suiza de tecnología IQAir, que mide calidad del aire, elabora una lista en tiempo real en la que Sarajevo aparece con 301 puntos según el índice AQI de calidad del aire, que significa “muy insalubre”, y la sigue, con una puntuación de 239, la ciudad india de Calcuta.

Históricamente, los niveles peligrosamente altos de contaminación del aire en los meses de invierno han sido un problema, al parecer, intratable para Sarajevo, que está encajada en un valle profundo en las montañas.

Sin embargo, la situación se ha deteriorado aún más, con un aumento de las emisiones y la contaminación del 3% anual durante la última década debido a la proliferación de edificios altos que obstaculizan la circulación de aire, el uso de vehículos viejos y altamente contaminantes y el mayor consumo de carbón para calefacción en la ciudad.

Sarajevo es una de las 100 ciudades a las que la Unión Europea está ayudando a alcanzar emisiones netas cero para finales de la década y actualmente desarrolla planes de acción e inversión para la neutralidad climática en todos los sectores, incluyendo la energía y el transporte, a través de un proceso que involucra al sector privado, a ciudadanos y a organizaciones de investigación.

Los altos niveles de contaminación del aire afectan a otras ciudades de Bosnia debido a la dependencia del país del carbón y la madera para la calefacción, y del carbón para la generación de electricidad.

Según el Banco Mundial, se estima que 3.300 perso

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