El lado oscuro de las cripto
Las computadoras que minan criptomonedas deben funcionar las 24 horas al día los 7 días de la semana, lo que genera un alto consumo eléctrico con una elevada huella de carbono.
Celular con icono de criptomonedas

24 Ago, 2022

La proliferación de granjas de criptominería creció exponencialmente en el último año, y posicionó a la Argentina entre los primeros diez países que utilizan activos digitales.

Este tipo de activos virtuales se convirtieron en commodities, como el petróleo, la soja o el oro, por lo que se venden a un precio de mercado internacional y se producen (o extraen) a un costo determinado. Y el costo más visible para el minado de criptomonedas es el alto consumo que requiere en electricidad.

Para funcionar, los «mineros» (computadoras agrupadas en «granjas» o centros de datos) deben funcionar las 24 horas del día y los siete días de la semana para resolver, lo más rápido posible, algoritmos matemáticos complejos.

Pero los niveles de suministro eléctrico necesarios parecen ser excesivos. Según el índice de consumo de energía de la web Digiconomist, el bitcoin utiliza 204 teravatios hora (TWh) de energía cada año, una cifra comparable a la demanda de toda Tailandia y similar a la huella de carbono generada por la República Checa. Semejante volumen provocó una controversia en el mundo acerca del impacto ambiental que origina la actividad.

“Tener diez mineros con refrigeración tradicional por aire generan un calor muy alto causado por unos 40.000 watts, lo que serían unos 20 calefactores o más de 10 aires acondicionados encendidos las 24 horas.» Facundo Casal, CEO de SAM y cocreador de Sammy.

“Tanto bitcoin como ethereum requieren que los nodos consuman una determinada cantidad de energía. En el caso de bitcoin, por ejemplo, consume más energía que algunos países enteros”, ilustra Leo Elduayen, CEO de Koibanx.

En este mercado, quien logre minimizar los costos de extracción podrá mejorar sus niveles de rentabilidad.

Subir la potencia de minado

La demanda de energía en las “granjas” se usa tanto para alimentar los servidores de minado como los equipos para refrigerarlos, porque se recalientan durante el procesamiento de datos. Por lo tanto, mejorar la eficiencia de estos procesos y reducir los costos permitirá incrementar la rentabilidad.

“Las empresas que producen el hardware que se usa para minar tienen todos los incentivos para seguir innovando y traer al mercado tecnología que consuma menos, se caliente menos y sea más poderosa y eficiente, por lo que es de esperar que año a año tanto el calor como la energía consumida se vean reducidos”, dice Ulises Alzogaray, country manager (CM) de Bitwage Argentina.

Persona en una computadora donde se ve el logo de bitcoin

“La potencia de minado en bitcoin (hashrate) aumentó 137% en un año calendario y el uso de energía aumentó solo un 63%, lo que se traduce en un incremento de la eficiencia de un 46%”, sostiene Martín Gonzalez, CEO de Blockchain Art Gallery (BAG). Según los cálculos del ejecutivo, la mejora en términos de eficiencia creció 5.800%.

El desafío de la disipación del calor

La otra dimensión de la demanda energética está puesta en los mecanismos para ventilar los sistemas informáticos. Las computadoras y servidores, que irradian calor durante el funcionamiento precisan una constante refrigeración que puede ser a través de dos métodos: por aire o por inmersión líquida.

“Los costos de instalación son bastante similares pero la refrigeración líquida permite aumentar el tiempo de vida útil de los equipos. Consumen menos energía ya que carecen de grandes sistemas de ventilación. Otro dato no menor es la menor cantidad de contaminación acústica”, indica Martín González.

“Tener diez mineros con refrigeración tradicional por aire generan un calor muy alto causado por unos 40.000 watts, lo que serían unos 20 calefactores o más de 10 aires acondicionados encendidos las 24 horas, lo que es una limitación para poner más mineros. En cambio, con refrigeración líquida es posible tener una cantidad ilimitada de mineros en un mismo ambiente sin problemas de temperatura”, comenta Facundo Casal, CEO de SAM y cocreador de Sammy, un dispositivo que tiene el tamaño similar a un electrodoméstico, lo que lo hace fácil de instalar en cualquier espacio.

Hacia la sustentabilidad del ecosistema cripto

En materia de innovación ya aparecieron otros algoritmos y dispositivos menos exigentes para el suministro eléctrico que los usados por bitcoin y ethereum, las plataformas cripto más demandadas por el mercado. “Existen otras tecnologías que se han ido creando como Blockchains 2.0, una nueva generación de protocolos blockchain para resolver estos problemas, como Algorand, Avalanche, Solana, Polygon”, comenta Leo Elduayen, de Koibanx.

Otras empresas implementan fuentes alternativas para abastecer la demanda eléctrica. Una de las salidas es el uso de energías renovables. Según el Bitcoin Mining Council (BMC) Q2 2022, la minería de bitcoin utilizó el 59,5% de sus recursos energéticos provenientes de fuentes de energía renovables, un 6% superior al de 2021. Ulises Alzogaray sostiene que “si bien las regulaciones son nuevas y están aún en etapa de prueba, vemos un gran futuro a todas las medidas que faciliten e incentiven el uso de energías renovables”.

Entrevistados: Leo Elduayen, CEO de Koibanx Ulises Alzogaray, country manager (CM) de Bitwage Argentina Martín Gonzalez, CEO de Blockchain Art Gallery (BAG) Facundo Casal, CEO de SAM y cocreador de Sammy
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