Pese a las intenciones oficiales y a las políticas con las que el ministro de Economía, Sergio Massa, busca reducir la inflación, el aumento de precios permanece al alza. Desde el arranque de 2023, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) relevado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) supera el 100% anual. El Relevamiento de expectativas del mercado (REM) del Banco Central de febrero se ubicó en el 98,4%, por lo que se esperan dos años seguidos de una inflación por encima del 90%.
Las previsiones, por lo tanto, no son positivas para este año, en el que habrá elecciones presidenciales. Al mismo tiempo, la actividad económica se ralentiza y se da por seguro que se ubicará por debajo del año pasado. ¿Entonces, en qué invertir el excedente que ahorran las familias y las empresas? La palabra clave es cautela.
“El escenario preelectoral es de extrema incertidumbre debido a varias preocupaciones: el impacto de la sequía en la liquidación de divisas por parte del agro y la escasez de reservas internacionales, la inflación, el alto nivel de endeudamiento en pesos del Tesoro Nacional y los pasivos remunerados del Banco Central. A estas inquietudes subyace el escenario político, del cual todavía hay muy poca información con respecto a los posibles candidatos”, trazó Melina di Napoli, analista de productos en Wealth Management de Balanz Capital.
«Los rendimientos de las Ledes y Lecers que vencen antes de las PASO son atractivos para quienes busquen aprovechar las altas tasas de interés del corto plazo (entre 122% y 135% TEA, según el plazo).” Melina di Napoli, Balanz Capital.
Según Di Napoli, lo que se espera en el mercado “son explicaciones sobre cómo enfrentaría un eventual próximo gobierno los vencimientos en pesos del Tesoro Nacional, cómo desactivaría la inercia de los pasivos monetarios (Leliq y operaciones de pases) del Banco Central, que crecen a un 113% de tasa efectiva anual (TEA), y qué tiene preparado para bajar la inflación”.
Bonos
En marzo, el Ministerio de Economía llevó a cabo un canje de deuda que logró reducir los vencimientos del segundo trimestre del año de $7.500 millones a $3.200 millones, con una participación del 58%. Esta operación ofrece señales sobre el comportamiento que tuvieron los grandes inversores.
“Los rendimientos de las Ledes y Lecers que vencen antes de las PASO son atractivos para quienes busquen aprovechar las altas tasas de interés del corto plazo (entre 122% y 135% TEA, según el plazo)”, recomendó Di Napoli. Sin embargo, insiste en que no ocurre lo mismo con los activos con vencimiento en 2024, sobre todo por la dinámica política del país. “Los inversores aún se muestran reacios a tomar posiciones y eso lo observamos a través del rendimiento de los activos, que se incrementan tras las elecciones por la incertidumbre que presentan. El canje no ha cambiado la percepción de riesgo de la deuda en pesos”, agregó.
Gonzalo Gaviña, asesor financiero de PPI, coincidió en que los activos preferidos para el público para protegerse de la aceleración en los precios eran los bonos soberanos que indexan por CER, pero “hoy eso implica asumir cierto riesgo, producto de los temores crecientes a un reperfilamiento”.
En este marco de falta de claridad política, las opciones dependen del perfil del cliente. “Un marco general que nos puede llevar a recomendar dolarizar parte de la cartera”, sostuvo Gaviña. “En ese sentido, una alternativa podría ser a través de la deuda corporativa, la cual sigue funcionando bien y puede ser un asset class de refugio”, añadió.
Plazo fijo y letras
Otros analistas, en cambio, observan a la inflación como un clivaje clave del período que se avecina y se inclinan por una oferta financiera que se atenga a esta problemática específica.
“Podemos presuponer que invertir en un plazo fijo tradicional o un plazo fijo UVA resulta una inversión interesante. Comparándolos, el plazo fijo tradicional ofrece un rendimiento del 6,16%, por lo que sería una mejor opción, ya que el Relevamientos de expectativas de mercado (REM) estimó una inflación mensual menor al 6% para los próximos meses”, evaluó Juan Manuel Valenti, analista de Activos Financieros de Wise Capital.
“Además, el Banco Central buscará mantener las tasas de interés reales, por lo que esperamos que, si hay un aumento en la inflación, el BCRA subirá las tasas de plazo fijo y cuando venza el plazo podremos renovar a esas tasas más altas”, prosiguió Valenti en su razonamiento. “Desde Wise Capital recomendamos a las empresas posicionarse en Ledes. “En concreto, el Fondo Adcap Balanceado X que asesoramos, cuyo benchmark es el plazo fijo, está volcado mayoritariamente a Ledes y esto nos permite contar con una TIR anual de 116,15%. Las Ledes hoy nos parecen una excelente inversión ya que la inflación implícita es muy superior a la que esperamos», completó.
En sintonía con este análisis, Maximiliano Donzelli, head of Research en Invertironline (IOL), sugirió distintas estrategias para proteger el capital propio, aunque divida en distintos plazos. Para un período menor de seis meses, sugiere invertir en alguna “letra del Tesoro Nacional que ajusta capital por CER, para así acompañar a la inflación”.
Para un largo plazo superior a los nueve meses, Donzelli propone inclinarse por el bono TX26, que tiene vencimiento en 2026 con una TIR a la fecha de CER + 12,5%.
“Esta letra con vencimiento el 16 de junio de 2023 opera con un volumen considerable y a la fecha tiene un rendimiento de CER + 3,7%, con un rendimiento anual estimado del 121,3%”, planteó.
En tanto, para un largo plazo superior a los nueve meses, Donzelli propone inclinarse por el bono TX26, que tiene vencimiento en 2026 con una TIR a la fecha de CER + 12,5%, o el fondo AdCap Pesos Plus. “Este fondo está posicionado en activos de corto plazo, tanto en títulos de tasa fija como en títulos de tasa CER. Busca un posicionamiento estratégico porque ofrece cobertura de inflación y rendimiento para obtener un retorno por encima de un plazo fijo”, apuntó el analista de IOL.
Para diferentes perfiles de inversor
De todos modos, el espectro de opciones depende siempre de las inclinaciones del inversor. Para Gaviña, la sugerencia para un perfil conservador “sería obtener dólar MEP”, teniendo en cuenta las normativas vigentes, y “si quiere invertir esos dólares se puede mirar hacia las obligaciones negociables (ON) de compañía AAA”.
En este marco, aquellos inversores más agresivos “podrían jugar el trade electoral a través de activos como acciones de YPF, Pampa, Oil Vista, Galicia y Transportadora Gas del Sur”. Es decir, un “sesgo hacia energéticas por el potencial de Vaca Muerta y la plataforma energética que tiene Argentina en su suelo”, mientras que en el plano internacional aparecen las acciones del sector tecnológico.
“También podrían sumar bonos soberanos nominados en dólares, como el GD 35 o el GD 28, ya que lucen atractivas sus bajas paridades”, añadió Gaviña.
En tanto, Di Napoli explicó que la tendencia este año es “un posicionamiento mayormente dolarizado en renta fija corporativa que busque cobrar rentas (intereses) de manera periódica”.
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