La financiación verde y estratégica gana terreno
El Premio Conciencia, con su énfasis en las prácticas sustentables es una oportunidad para hablar sobre las inversiones que incorporan criterios ESG.

20 Mar, 2023

Por Sigrid Tolaba, CEO de Southern Trust.

Aunque no es tan visible para muchos, resulta cada vez más interesante y esperanzador ver cómo está creciendo el mercado financiero sustentable.

Durante estos dos últimos años, los bancos han desplegado iniciativas en préstamos verdes. Existen paneles específicos en los mercados de valores, se han creado opciones de inversión, como los fondos ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés) y tanto calificadoras de riesgo como certificadores se están incorporando a este mercado.

Participan también otros actores del mercado financiero como family offices, al igual que los venture capital tecnológicos. Más de 30 empresas emitieron bonos temáticos y algunas municipalidades estructuran bonos verdes. Contamos con asociaciones civiles como Techo, Sumatoria y Promujer que otorgan créditos o trabajan en proyectos netamente sociales financiados con este tipo de operaciones.

Este aumento de actividad en el mercado refleja un cambio de prioridades en los inversores con un mayor interés por las finanzas sostenibles. En el mundo esta preferencia ya es muy marcada, por eso existen hoy casi 30.000 millones de dólares en inversiones ESG y se espera que sean 50.000 millones en el año 2025.

Las inversiones ESG crecen porque son rentables y tienden a ser más estables en el tiempo, porque reflejan el interés de los inversores que buscan opciones más apropiadamente alineadas a sus valores.

En la Argentina estamos en una etapa primaria, pero que crece a gran velocidad, y se suma a una tendencia que se impuso en los países de la región.

Las inversiones ESG crecen porque son rentables y tienden a ser más estables en el tiempo, porque reflejan el interés de los inversores que buscan opciones más apropiadamente alineadas a sus valores; y porque este doble compliance apunta a minimizar riesgos de las compañías en las que se asignan fondos, en un mejor aprovechamiento de las oportunidades que presenta el escenario global.

Por otro lado, los emisores logran financiar sus proyectos vinculados, por ejemplo, a energía renovable o de mitigación del cambio climático o de responsabilidad social, porque logran mayor adhesión a sus emisiones, acceden a nuevos inversores y mercados, y mejoran su imagen corporativa. Actualmente no solo los inversores son los impulsores de este crecimiento. Proveedores, reguladores, bancos, empleados, consumidores y todos los grupos de interés exigen o exigirán certificaciones, mediciones y comunicación transparente sobre cómo se trabaja en materia de sustentabilidad y en los planes de las compañías en todas los sectores de la organización, incluidas las áreas financieras.

El Edelman Trust Barometer es un estudio que mide el nivel de confianza que tiene la gente en diferentes instituciones, incluyendo el sector empresarial, el Gobierno, los medios de comunicación y los expertos. Estos días se conoció la última medición de 2022, en la que por tercer año consecutivo el sector privado es percibido como la institución más confiable y atractiva para la población. Esa expectativa nos exige un compromiso con la sostenibilidad y ética empresarial y nos responsabiliza en trabajar y mantener la confianza de nuestros grupos de interés.

El sector empresario puede lograr esa combinación de visión estratégica y acción concreta para construir un futuro más verde y justo para todos.

Por eso es tan destacable trabajar, validar, reconocer y comunicar todas aquellas iniciativas que abrazan estas tendencias, como las que propone el Premio Conciencia.

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