La inversión pyme, a reglamento
La baja rentabilidad y el mayor riesgo por la recesión dominan sus activos. No hay vuelta que darle, la mayor demanda de activos pymes por parte de las aseguradoras hace bajar la rentabilidad de estos instrumentos, que además se vuelven más riesgosos por causa de la recesión. Sin embargo, desde junio próximo las compañías están […]

28 May, 2019

La baja rentabilidad y el mayor riesgo por la recesión dominan sus activos.

No hay vuelta que darle, la mayor demanda de activos pymes por parte de las aseguradoras hace bajar la rentabilidad de estos instrumentos, que además se vuelven más riesgosos por causa de la recesión. Sin embargo, desde junio próximo las compañías están obligadas a invertir desde un 5% de su cartera para facilitar el financiamiento de las pequeñas empresas.

Es por eso que ahora cumplen el mínimo necesario que establece la regulación y no prevén estirarse hasta el tope de 40% que fijó la Resolución 187 de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) para mitad de año. La primera meta había sido al 31 de marzo y pedía un mínimo de 3,5% (y un máximo de 10%) de la cartera. Ese porcentaje debe crecer medio punto por mes hasta el 30 de junio próximo, cuando alcance el 5%.

Según la SSN, al 31 de marzo de 2019 la inversión en activos pymes por parte de las compañías era de 23.431 millones de pesos. Al sumar lo informado por BICE Fideicomisos como integrado al Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep) –sin contar lo invertido por la SSN o la Superintendencia de Riesgos de Trabajo–, el total es de 24.983,99 millones de pesos. Esto es un 14,32% superior a diciembre de 2018, y un 17,15% más que en marzo de 2018 (en ambos casos en términos reales). Además, la cifra está por encima del 4% en el total de las inversiones.

Flavio Simonotto, integrante del Comité Inversor de Orígenes, dijo al respecto: “Entendemos que hay un rol que las compañías de seguros con pasivo largo tienen que tener, que parte del fondeo vaya a las pymes tiene un punto razonable. Molesta la baja rentabilidad. La tasa de los cheques está subsidiada por la industria aseguradora”.

La medida, que busca fomentar el crédito barato para las pymes, recuerda al inciso “K”, que había instaurado el kirchnerismo, sólo que esta vez las proporciones son inferiores.

Lionel Moure, socio de Deloitte a cargo del sector Seguros, apuntó: “A las compañías no suele agradarles mucho que les exijan un mínimo de inversiones, pero no creo que tenga gran incidencia en los resultados. Hay cierto rechazo en el mercado por la obligación a comprar instrumentos que no son líquidos, que no abundan. Les gustaría que sea una opción más”.

Y añadió: “Es incómodo, pero es manejable. El mercado tiene rechazo a que se invierta en esos activos. Los compraría, pero en menor medida si no estuviera obligado”.

La alternativa son los fondos

Debido a la baja rentabilidad, el 5% de inversión pyme exigida para junio próximo dañará los balances de las compañías –que hoy, de todos modos, están más afectados por la suba del dólar y el riesgo país– e implica un esfuerzo por parte de los accionistas.

Martín Merlo, jefe de Inversiones de Swiss Medical Group (SMG), afirmó: “Las compañías trabajan apalancadas. Tienen activos contra patrimonio y un 5% en términos de rentabilidad del accionista es enorme. No hay forma de compensarlo con otra cosa. Implica una rentabilidad menor para el accionista y, en definitiva, para el asegurado. Esa pérdida hay que sacarla de los fondos propios. Un 5% de una cartera parece que no es mucho, pero los activos los tenemos garantizando pasivos”.

Según la SSN, el 92% de las inversiones de las aseguradoras se canalizaba a través de fondos comunes de inversión a fines de marzo pasado. En este sentido, Simonotto comentó: “Al ser Orígenes una compañía de seguros bastante grande, con 26.000 millones de pesos bajo administración, no hacemos nosotros la operatoria de comprar los cheques y pagarés por Bolsa porque es compleja, entonces lo integramos a través de fondos comunes de inversión pymes. Trabajamos con seis fondos. Tratamos de optimizar la inversión lo máximo posible”. Y luego agregó: “Al invertir en un fondo pyme, la amortización es dentro del fondo, que hace revolving”.

Al 29 de marzo pasado, los fondos pyme alcanzaron un patrimonio neto de 27.694 millones de pesos, un 3,7% del total de la industria, según datos de la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión (CAFCI).

Los 28 fondos sintieron el efecto de la norma de la SSN, ya que su patrimonio aumentó 15,5% mensual. Dicho crecimiento se debió a las suscripciones netas registradas en el mes: 2.932 millones de pesos frente a los 356 millones de pesos de febrero. Además, los fondos pymes crecieron 25,1% en el primer trimestre, un 14,5% por suscripciones y un 10,6% por rendimiento.

Merlo explicó: “Por ahora privilegiamos los fondos pymes. Tenemos relación con varias administradoras de fondos desde hace tiempo y tenemos confianza. Además es más flexible y tenemos liquidez, porque del fondo se puede rescatar. Los fondos pueden tener un 25% en productos no pymes, que son activos líquidos para enfrentar rescates”.

Las compañías también tienen la opción de invertir en el Fondep, a través de la compra de instrumentos de deuda. Se trata de un fondo administrado por el Ministerio de Producción y Trabajo que inyecta capital en activos pymes. Al respecto de esta opción, Simonotto reconoció: “No hemos hecho nada con el Fondep hasta el momento. No lo descartamos. Pero venía siendo malo en rentabilidad”.

En SMG tampoco han invertido en el Fondep todavía. “Lo estamos considerando”, sostuvo Merlo. “Incluso fondos pymes están considerando comprar deuda del Fondep porque está siendo difícil hacerse de cheques en el mercado porque hay mucha gente comprando y rinden poco. El Fondep garantiza un spread sobre Badlar que es mejor que un cheque”, completó.

Baja rentabilidad

El talón de Aquiles del plan oficial para fomentar el financiamiento para las pymes es la baja rentabilidad que obtienen las aseguradoras por inyectar capital al sistema. El fenómeno se acentúa cuando se acerca la fecha de vencimiento para alcanzar el mínimo de la cartera invertida en estos productos, lo que genera una inundación de fondos hacia esos activos que hace subir sus precios.

Al cierre de esta edición, los cheques de pago diferido otorgaban entre 40% y 42% de rendimiento anual. Las aseguradoras buscan los de 180 días de plazo, aunque los más operados son a 30 y 90 días. Por eso las compañías prefieren ir a los fondos comunes de inversión que, en los mejores casos, llegan a ofrecer un 46% de rendimiento. La media, en tanto, rinde entre 41% y 43%, aunque algunos sólo pagan 36% por eventos de incobrabilidad. La duration de los fondos no supera el medio año.

“Estas tasas son producto del flujo de las inversiones de las aseguradoras y del Fondep porque los cheques llegaron a rendir 52%”, recordó Simonotto. “Ahora están por debajo de un plazo fijo”, señaló. Según la CAFCI, además, los fondos pymes anotaron una variación por rendimiento de 3,2%, que estuvo por debajo de la inflación del mes.

“Tenemos que cumplir con el límite normativo. Los fondos pymes arrancaron el año rindiendo bien cerca de los fondos de money market, mayormente un 50%, y ahora los fondos pymes rinden 40% en promedio. Para las compañías de seguros no es una inversión atractiva, está por debajo del costo de oportunidad, como pueden ser las Lecap, que están rindiendo tasas nominales de 50% a 30 días y efectivas del 67% a 70%”, ejemplificó Merlo.

Dado que no hay gran variedad de activos pymes, la demanda artificial que genera la regulación de la SSN sube los precios en forma distorsionada y las compañías obtienen rendimientos menores a los que obtendrían si la regulación no existiera. Por su parte, Moure consideró: “La participación de la regulación no es tan grande para que afecte la rentabilidad en su conjunto. El rendimiento de ese papel no es importante para la cartera en su conjunto, aunque está por debajo de la media”.

Sin embargo, la baja rentabilidad hace que el cumplimiento de la norma se mantenga en el piso de lo que fija la regulación. “A estas tasas no es atractivo subir la proporción de inversión en activos pymes. En la medida en que la tasa de cheques esté por encima del costo de oportunidad, por supuesto que será una inversión más. En este entorno no lo es. Cuando en junio haya que llegar al 5%, veremos dónde se acomoda la tasa de cheques y cómo están las carteras de las compañías de seguros, porque con una economía en problemas, las carteras no crecen sino que decrecen”, advirtió Merlo.

Con todo, el peso de la cartera pyme no cambia la estrategia de las compañías. “La estrategia de inversión tiene dos grandes objetivos. Las inversiones están calzadas con dos grandes partidas: en pesos para pagar los pasivos en pesos y en dólares porque los accionistas quieren tener su patrimonio en dólares”, opinó el especialista de Deloitte.

Solución para las pymes

La contracara de la baja rentabilidad que reciben las aseguradoras es el bajo costo de endeudamiento que pagan las pymes.

Simonotto expresó: “A las pymes les está sirviendo. Veo que el nivel de negocios de cheques por Bolsa va creciendo. Con estas tasas tan prohibitivas en los bancos, van al mercado de capitales. Es un círculo virtuoso. Pero los cheques son una representación de las ventas. Con la recesión necesitan financiar menos capital de trabajo. Las compañías de seguro y los inversores institucionales tienen que hacer un poco de sacrificio”.

Por su lado, Merlo opinó: “Naturalmente que tener un comprador que te lleva la tasa para abajo es una gran noticia para las pymes y las ayuda”. No obstante, remarcó: “Los de las aseguradoras son fondos privados y se fuerza a un accionista privado a tomar pérdidas o a invertir por debajo del costo de oportunidad para subsidiar a las pymes. La idea es que las inversiones sean libres. Cuando son fondos públicos uno lo puede entender, es distinto cuando se fuerza a un privado a subsidiar a otro sector”.

Además, las aseguradoras están percibiendo un aumento del riesgo en la inversión pyme debido a la recesión que hace más costosa la baja rentabilidad de las inversiones. Con respecto a esto, Simonotto indicó: “Los niveles de riesgo han aumentado. Hoy las pymes caen como moscas. La incobrabilidad viene en aumento. Todos los días cierran empresas. A través de los fondos comunes de inversión se logra no prestar en directo y tratar de que el fondo tenga un buen manejo del riesgo”. Además observó que hay un grupo de sociedades de garantía recíproca (SGR) que dieron avales a pymes por demás para obtener desgravaciones impositivas, y ahora enfrentan una mayor irregularidad en los pagos.

Merlo coincidió en que la morosidad aumentó entre las SGR pero matizó que está en niveles controlados. “La mora viene subiendo en este contexto. Nos preocupa, pero nos parece que está en un nivel acotado todavía. Pensamos que es el piso, que de acá para adelante la mora tiende a mejorar. Si no tuviese que invertir en fondos pyme, no lo haría. Con la misma tasa, compraría algo que no tenga problemas de mora”, confesó.

Con todo, el contexto en que las compañías tienen que aumentar la inversión en activos pymes es el de un dólar y riesgo país en alza por el contexto preelectoral. El primero les permite valuar al alza sus activos en pesos. El segundo está disimulado en la valuación contable de los bonos, lo que les permite tener, todavía, balances positivos al primer trimestre de este año.

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