Prevén emisión de bonos verdes emergentes por USD 156.000 millones
Es la estimación de la Corporación Financiera Internacional para este año. Para la Argentina hay buenas oportunidades en energía nuclear, inteligencia artificial y en certificados de carbono.

21 Mar, 2025

A nivel mundial, la Corporación Financiera Internacional (CFI) proyecta una emisión anual de bonos verdes de mercados emergentes de 156.000 millones de dólares para 2025. Y, en particular, algo le tocará a la Argentina, ya que las finanzas sostenibles crecieron un 47%, y estos instrumentos son los que tuvieron el mayor incremento, con un aumento del 55% con respecto al año anterior, según el último informe de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA).

Incluso ya el año pasado se avanzó cuando la calificación en sustentabilidad se extendió a otros instrumentos financieros más simples del Mercado Argentino de Valores, por ejemplo con pagarés verdes, como el primero lanzado en septiembre por la empresa rosarina B Smod de sistemas de movilidad compartida y la marca de bicicletas eléctricas Bertha Bikes, adquirido por 150.000 dólares por La Segunda Seguros.

De este modo, se genera la simbiosis ideal entre el mercado financiero y la sostenibilidad de las pymes a través del Protocolo de finanzas sostenibles. Y también los cheques verdes de pago diferido (e-cheq), como el emitido a 56 días en noviembre último por la firma dedicada a la inclusión financiera en barrios populares Trasa por un monto de 20 millones de pesos, que fue aceptado de inmediato por el mercado local.

El contexto parece desfavorable, pero los expertos aseguran que la sustentabilidad no va a retroceder.

La posibilidad de identificar atributos sostenibles en los instrumentos financieros aparece como un elemento central para ser más relevantes, destacarse y poder atraer más fondos en un contexto de boom financiero en la Argentina, pero extremadamente competitivo.

Es cierto que a nivel global existe una amenaza para esta operatoria, por el posicionamiento de Estados Unidos a partir de la reelección de Donald Trump y, en el mercado local, por el desconocimiento del cambio climático, la desregulación ambiental y el desfinanciamiento de políticas públicas específicas de Javier Milei, pero a nivel corporativo la visión es diferente.

El contexto parece desfavorable, pero los expertos aseguran que la sustentabilidad no va a retroceder. Desde la consultora especializada Business & Sustainability sostienen que “los compromisos asumidos por las empresas son de largo plazo y no tienen que ver sólo con normas y regulaciones gubernamentales, sino con cuestiones de acceso a crédito y financiación, posicionamiento y reputación, y acceso a diferentes mercados y cadenas de suministro”. Y la evolución de la emisión de bonos verdes de mercados emergentes así lo indica, ya no sólo con un sesgo ambiental o de mitigación del cambio climático, sino como una efectiva herramienta de competitividad y un valor empresarial diferencial.

Soluciones financieras innovadoras

El último informe de S&P Global Rating sostiene que América Latina es líder este año para la financiación de la naturaleza y hace una diferenciación entre bonos verdes, sostenibles, vinculados a la sostenibilidad, de transición y sociales.

En el panorama de los bonos sostenibles establece una proyección de emisiones de sostenibilidad en la región cercana a los 45.000 millones de dólares en 2025, lo que representa casi el 4,5% del total a nivel global.

Sobre ese total latinoamericano, el 87% corresponde a Chile, México y Brasil, con una baja interanual de la participación del país trasandino, que fue el mayor emisor soberano en los últimos cinco años.

El analista principal del informe de la calificadora Rafael Janequine sostiene “que la COP30 se reunirá en la Amazonia brasileña en noviembre de 2025 y pondrá de relieve la importancia de la biodiversidad, y los riesgos y oportunidades relacionados con la naturaleza”.

Sin embargo, advierte que “si bien los bonos sostenibles se están expandiendo en los mercados emergentes, no todos los proyectos pueden financiarse únicamente mediante deuda, lo que subraya la necesidad de soluciones financieras innovadoras”. De ahí la importancia de otros instrumentos de cada mercado y el acompañamiento de los gobiernos locales.

El Banco Mundial estableció el ambicioso objetivo de destinar el 45% de su financiamiento anual al clima para 2025, que se centrará en reducir la trayectoria de las emisiones y fortalecer la adaptación y la resiliencia en los países en desarrollo. Ya el año pasado, a través de la CFI destinó 14.800 millones de dólares en financiamiento climático a través de 211 bonos en 21 monedas.

Todo es incipiente, pero la Argentina tiene oportunidades, incluso más allá del tema ambiental o climático, con la irrupción de la inteligencia artificial, su necesidad energética de la mano de las renovables y la nuclear, y los mercados de carbono.

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