Contra todo pronóstico y, a pesar de la crisis económica, la inflación y la incertidumbre electoral, el empleo asalariado formal crece en Argentina. Según datos de la Subsecretaría de Planificación, Estudios y Estadísticas del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, en los primeros siete meses del año, más de 120.000 trabajadores se incorporaron al mercado de empleo asalariado formal privado, esto marca un crecimiento de 1,9% con respecto a diciembre de 2022.

El organismo también señala que, en julio de este año, se alcanzaron 36 meses de crecimiento ininterrumpido. Entre diciembre de 2019 y julio de 2023 se registraron 1,2 millones de nuevos puestos de trabajo.

Los tres sectores que lideraron la incorporación de trabajadores y trabajadoras al empleo asalariado registrado durante el último año fueron: Hoteles y Restaurantes, con un crecimiento interanual del 10,4%; Minas y Canteras, con un 8,1% y, por último, Construcción, con un incremento del 7,8%.

Sin embargo, la informalidad laboral todavía se encuentra en niveles superiores al 40%, la economía no crece desde el 2011, las empresas sobreviven en un panorama complejo de ajuste salarial y aumento de precios, y la inflación pronosticada para 2024 será superior al 300%, según estima la agencia Moodys y economistas y consultoras locales.

Desafíos para RR. HH.

Natalia Mariel Terlizzi, CEO de Hucap, explica que las empresas están atravesando un momento de incertidumbre, circunstancia que, en muchos casos, llevó a que se frenaran procesos de selección a la espera de que aclare el panorama.

“La incertidumbre es uno de los principales factores que atentan contra la generación de empleo genuino. La falta de claridad sobre políticas económicas hace que algunas compañías decidan postergar inversiones, sean más cautelosas en términos financieros y, en consecuencia, no se generen nuevos empleos. Por otro lado, el contexto también alienta una mayor terciarización de ciertos procesos y servicios, una opción más conveniente antes que mantenerlos como costo fijo dentro de la estructura de gastos de la empresa, ya que esto no le aporta ningún valor al negocio”, opina Terlizzi.

Durante octubre y noviembre de este año, muchas empresas dejaron en suspenso las contrataciones hasta que el panorama político estuviera más claro.

Alejandro Servide, director de Capital Humano de Randstad para Argentina y Uruguay, señala que la dificultad para encontrar talentos no se limita exclusivamente al área de IT, sino también alcanza a perfiles profesionales o técnicos muy específicos donde hay pleno empleo. “Esto genera que las compañías armen diferentes estrategias para captar y retener a ese talento”, manifiesta.

Durante octubre y noviembre de este año, muchas empresas dejaron en suspenso las contrataciones, a la vez que los candidatos pospusieron su búsqueda laboral hasta que el panorama político estuviera más claro.

“Esto pasó también con la pandemia, pero en un momento las empresas tienen que seguir produciendo y empezar a resolver lo que quedó en suspenso, y los tiempos para las contrataciones se acortan”, añade Servide.

Sectores que demandarán empleo

“La minería tiene una demanda alta también, sobre todo en la explotación de litio. Hay pocos profesionales especialistas en Argentina y la prestación es sacrificada por los lugares donde se realiza. Esto vuelve complejas las búsquedas y se recurre a profesionales de países limítrofes con experiencias asimilables”, explica Amalia Vanoli, CEO de Tiempo Real Consultores.

“Otro segmento que creció mucho es el de turismo de lujo, que se incrementó mucho y rápido en los últimos tiempos. Estas son búsquedas muy difíciles de resolver por la calificación requerida, como excelente inglés, y profundo conocimiento de los destinos de lujo, muy buenas relaciones interpersonales, entre otras”, opina Vanoli.

Por su parte, Servide añade que también habrá movimiento en banca, finanzas, energías renovables, logística, agro y telecomunicaciones: “Las perspectivas para el año que viene son muy buenas, porque todas las decisiones demoradas se van a reactivar independientemente del color del nuevo gobierno”.

Y agrega que también se demandarán posiciones en función de la oferta y la demanda y el incremento del consumo. En ese sentido, en la medida en que aumente la producción, se necesitarán más operarios de fábrica, repositores de distintos productos en supermercados, por ejemplo.

Mientras que, en el caso de posiciones de analistas y profesionales, al haber pleno empleo en el país, el desafío de las empresas será atraer y retener a esos talentos.

“Los departamentos de recursos humanos están armando propuestas altamente atractivas y competitivas para captar ese mejor talento. Porque el costo de perder un talento es muy alto. Se estima que cuando una empresa pierde un talento y lo reemplaza, este último demora, al menos, ocho meses en ser productivo, incluyendo todo el proceso de selección e ingreso”, explica Servide.